Comunicado ante los resultados de las elecciones porteñas

Queremos expresar algunas reflexiones sobre el significado del resultado electoral de la Ciudad de Buenos Aires del día de ayer. Estos aportes nos dejan a las fuerzas nacionales y populares porteñas una serie de desafíos de cara al futuro.

Lautaro Fernández en el plenario de la JP de Capital: "Los ejes políticos que definimos debemos respetarlos y hacerlos carne en los territorios"

El 9 de Julio, la JP Evita de la Ciudad, realizó un nuevo plenario en IMPA con la presencia de más de 200 militantes que debatieron en comisiones en torno a las políticas de Violencia Institucional, la campaña “Sin Potreros no hay diez”, la problemática de drogas en los barrios de la Capital, y delineamientos de discusiones respecto a las políticas de género y acumulación política estudiantil en la Ciudad.

Taiana primer candidato nacional al Parlasur

El ex canciller Jorge Taiana encabezará la lista de candidatos nacionales al Parlasur, donde también hay lugar para otras figuras ilustres del kirchnerismo: estará escoltado por el ministro de Defensa, Agustín Rossi; la titular de la cartera de Cultura, Teresa Parodi; y el secretario de Asuntos Relativos a las Islas Malvinas, Daniel Filmus.

Crece el reclamo contra las políticas educativas del PRO

Hace semanas que 14 escuelas están tomadas por sus estudiantes que protestan contra las políticas educativas del macrismo en la Ciudad. SIN ZONCERAS entrevistó a Agustín Prieto, estudiante del Mariano Acosta y militante de la Unión de Estudiantes Secundarios, para que nos explique los reclamos del movimiento estudiantil.

Taiana, Garré y Martínez coincidieron en la necesidad de defender el compromiso sobre seguridad democrática

El precandidato a presidente Jorge Taiana (FpV) aseguró que los candidatos presidenciales de todos los partidos políticos deben comprometerse con "el consenso sobre Seguridad Democrática" y se mostró preocupado por aquellos dirigentes que reaccionan de "acuerdo a las tapas de los diarios".

31 de mayo de 2013

Spaccavento: "Quiero encontrar los huesos de Adriana"

El 4 de noviembre de 1977, un día antes de cumplir 25 años, Adriana Spaccavento fue secuestrada por una patota del Ejército.

Fue un triunfo personal, me gané a mí mismo", dice. Y a pesar de que esto tiene una historia de 36 años, Donato Spaccavento empieza por el final. Contando que hace sólo dos meses, después que sus compañeros le insistieran durante tanto tiempo para que lo hiciera, se animó. Subió a una motito Vespa, en un día tranquilo de sol, y apareció en la sede del Equipo Argentino de Antropología Forense. Dio una muestra de sangre, y le dijo a Maco Somigliana, integrante del Equipo: "Bueno, tanto que me llamaron, acá estoy. ¿Cómo seguimos?"
Spaccavento es médico. Y fue cuadro de Montoneros en los setenta, secretario de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, y director de la Unidad Médica Presidencial del Hospital Argerich, idea que Néstor Kirchner le compró ni bien se la propuso en el 2003.
Basado en testimonios de sobrevivientes, el EAAF pudo reconstruir bastantes cosas de la vida de su hermana Adriana, militante del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), secuestrada el 4 de noviembre de 1977 en la estación ferroviaria de Córdoba, encerrada y torturada en el Centro Clandestino de Detención La Perla, y convertida en obsesión y motor de una familia que la busca desde ese momento. Pero al Equipo le faltaba algo. La gota de sangre de Donato. Para cruzar su ADN con un banco de huesos que esperan.

Están en eso. Los antropólogos, trabajando. Y los miles de huesos sin nombre, esperando que la parábola cierre.

–¿Por qué tardó tantos años en dar la muestra?

–La verdad, no me atrevía. Era un acto muy complejo desde lo emotivo y desde lo sentimental. Maco me lo venía pidiendo, nos conocemos desde hace mucho, y cada vez que salía el tema, yo decía lo mismo: "¿y si encuentro los huesos de Adriana, qué hago? ¿Los llevo a que descansen con mis viejos, que fallecieron con once días de diferencia? ¿Los deposito en la ESMA? ¿O en La Perla, donde estuvo secuestrada?" Quiero encontrar sus restos para cerrar una historia, pero al mismo tiempo me envuelve el miedo de cómo seguir si pasa eso. Cuando en el 2006 murió mi vieja, después de pelear con una fuerza sobrehumana desde la Línea Fundadora de las Madres por memoria y justicia, la enterré con la pancarta que ella siempre llevaba de mi hermana. Lo viví como un capítulo terminado. Era como coronar su lucha. Algo parecido a lo que siento ahora si encuentro a Adriana. Aunque en realidad, yo nunca me separé de mi hermana. Llevo su imagen a cada marcha, a cada acto. Estamos juntos.

–¿La pancarta es otra?
–Sí (sonríe), ahora la llevamos con mi hijo mayor, Nicolás. Empezó a militar en el acto del 2004 en la ESMA. Cuando llegamos, se la di mientras estacionaba el auto, y terminó alzándola toda la tarde. Ese fue uno de los principales aportes de esta década, el incentivo para que los jóvenes recuperaran el compromiso que teníamos en otras épocas. También lo vivo con Ana, la del medio. Y con Delfina, de siete años, que hace la V y canta la marcha (se ríe). Te cuento algo medio mágico que me pasó con Ana. Antes de que naciera, se me ocurrió el nombre de repente, sin ninguna razón. Me gustó y listo. A mi hermana le decían "Cuca", de los tiempos del colegio y cuando cursó en Veterinaria. Pero un día, leyendo los testimonios de La Perla y las cosas que habían pasado en el centro clandestino, me entero que también tenía otro nombre de guerra en el ERP: Ana. No pude hablar de la impresión. Evidentemente, el nombre me lo tiró la cabeza de alguna forma que no puedo explicar racionalmente, pero no tengo dudas que existió algo.

–¿Lo habló con alguien?
–Claro, pero además, recurrí al psicoanálisis para dominar el sentimiento de culpa. Ese sentimiento de culpa que muchos tenemos por haber sobrevivido, mientras a tantos compañeros los mataron o no aparecieron nunca más. Es un sentimiento que te altera la vida. Y esa sensación la sufren sobre todo aquellos que estuvieron secuestrados y salieron. Pensar en los que quedaron, en la cama de tortura, es inaguantable. Hay un libro muy fuerte que habla de eso, no pude terminar de leerlo. Tengo una amiga que estuvo encerrada en La Perla en la misma ápoca que Adriana: nunca logré preguntarle por qué ella está viva y mi hermana no. Pero no lo digo como reproche, sino como una de las tantas derivaciones nefastas que nos dejó la dictadura en nuestros cuerpos y en nuestras cabezas.

–Más allá del tono y el contexto, la sola pregunta ya es violenta. ¿No le parece?
–Por supuesto. Es una situación muy difícil de tratar, pero en algún momento deberíamos encararla, eso deambula por el imaginario de muchos compañeros. Porque además, también generaron mucho daño aquellos contrapuntos que ponían de un lado a los que hablaban bajo tortura, y del otro a los que no lo hacían. En Montoneros juzgábamos a los que antes de entrar podrían haber dicho algo. Después no, porque el nivel de irracionalidad, el marco infrahumano y las condiciones límite de los CCD hacían imposible cualquier análisis e impresión sobre un compañero. ¿Cómo iba a tener la soberbia de juzgarlo, si yo mismo no podía imaginarme en esa situación y bajo esa presión?

–¿Qué recuerda de Adriana?
–Era una mujer muy seria para su edad, muy centrada. Había empezado a militar en la secundaria, y el momento del secuestro fue increíble. Estaba en Córdoba a punto de tomar el tren a Buenos Aires. Su plan ese 4 de noviembre era volver, festejar su cumpleaños 25 al día siguiente, y después exiliarse en Brasil. Tenía hasta el pasaje encima. La agarró una patota del Ejército, seguramente por un dato cantado. Fueron directamente a ella, la rodearon y se la llevaron a La Perla. Nunca más la vimos. Nos enteramos cuando a la casa de mi vieja llegó una carta anónima, con la firma "Un compañero". Viajamos a la provincia, pero no pasó nada. Y tampoco nos dieron información en la Iglesia. Nos recibió un alto responsable de la Curia, que directamente negó las desapariciones.

–Ahí arranca la pelea de Celia, su mamá...
–Sí, desde Línea Fundadora de Madres de Plaza de Mayo. Mi vieja entró en un proceso de depresión muy grande, pero la militancia en Madres le salvó la vida, la mantuvo en movimiento, ocupada, con ganas, a pesar de que se habían llevado a su hija. Mamá era muy particular, decía: "Yo soy peronista, pero del primer peronismo." Mi viejo era más tranquilo, periodista, corrector de El Mundo y jefe de corrección en La Opinión. Fue el tiempo en que la conocí a Lita Boitano, también de Madres. Con la familia Boitano pasó otra cosa "mágica", como la que te conté de Ana. La hija de Lita, desaparecida, también se llamaba Adriana, y había estudiado con mi hermana. Y el hijo desaparecido, Guillermo, fue compañero mío en el mismo lugar, el colegio Cristóforo Colombo. Con Lita tratamos de que pusieran una placa dedicada a los chicos, pero nunca lo logramos. En un colegio bancado por la derecha, con plata de (Silvio) Berlusconi, eso era imposible.

–En una mesa familiar de los setenta, con un hermano montonero y una hermana del PRT, debían sobrevolar las chicanas...
–Muchas, pero simpáticas. Yo le achacaba su gorilismo, el no entender al movimiento popular (sonríe), y ella me tiraba con los últimos tiempos de Perón, y la derechización del movimiento. También había bromas con nuestros orígenes en la militancia. La cargaba con que ella había empezado en la secundaria, mientras que lo mío había arrancado con los curas palotinos. Pero siempre nos respetamos y nos quisimos. Varias veces, sus propios compañeros me bancaron, cuando perdía contacto con mis responsables. Los dos sabíamos que íbamos a terminar en el mismo lado. Adriana quedó muy mal con la muerte de Julio César Provenzano, su compañero, mientras operaba una bomba en el edificio Libertad. Terminó presa en Devoto, hasta que la largaron en 1973 con la camada general. Lo increíble es que en Devoto también había muchísimos detenidos menores de edad, por decisión de Alejandro Lanusse. Yo mismo estuve preso, y me soltaron el 23 de mayo de aquel año '73, dos días antes de la liberación famosa de todos los compañeros durante la primavera camporista. Otra de las cosas que la caracterizaba a Adriana era su responsabilidad, no como yo.

–¿Por qué?
–Porque hacía cosas de las que ahora me arrepiento, con las que podría haber jodido a mi gente. Para poder cursar Medicina tenía dos documentos. Con uno entraba a la facultad por la calle Paraguay, saltando un control que los milicos ponían en la puerta. Y con otro me inscribía y firmaba mi libreta. Una verdadera locura. En todo momento apostaba a la "casualidad negativa": a mí nunca me iba a pasar lo que casualmente le estaba ocurriendo a los demás. No tenía ningún elemento de la realidad que asegurara que no me tocarían, pero aun así estaba tranquilo. En esos temas, Adriana era más fría y se cuidaba mucho. Rápidamente asumió la clandestinidad.

–¿En qué otras cosas le está ayudando el Equipo para conocer más la militancia de Adriana y lo que pasó?
–En muchas. Esta semana me llamó Maco, y me dijo que nos encontráramos, porque la investigación avanza, por suerte. Tomaron contacto con un compañero de Adriana, radicado en Europa, que podría aportar bastante. Es como hacer un tejido, para lo que ahora me siento preparado, contento, con ganas. Realmente creo en lo que hicimos en su momento, y en lo que hizo mi vieja para buscar justicia, desde el mismo instante en que nos enteramos del secuestro. Tenemos que seguir por los 30 mil. Buscar a Adriana es como seguir juntos. «


"tano, hay que cuidar a Cristina"

Un mes antes de morir, mientras estaba internado después de una operación en la que le sacaron un ateroma de la carótida, Néstor Kirchner le dijo a Spaccavento que entrara a su habitación. Era viernes, había perdido Racing, el equipo del ex presidente, y para un fanático de Independiente como Donato, la oportunidad para la chicana era inmejorable. "Mirá cómo te pusiste, lo que no sé es si te agarró algo por lo de Scioli o por el resultado de esta noche."
 
En medio de una supuesta ola de secuestros agitada por algunos medios, el gobernador, durante un acto y con Cristina adelante, salió a excusarse y decir que no podía hacer nada porque "estaba atado de manos". Kirchner explotó. "¡Scioli, diga quién le ata las manos!" El motonauta zen, experto en caer siempre parado, la arregló explicando que se refería a la justicia, pero la carótida de Néstor ya había acusado recibo del golpe.
 
Donato entró, se acercó a la cama de terapia, y el padre del proyecto le confió al oído: "Tano, hay que cuidar a Cristina."
 
Spaccavento conoció a Kirchner cuando no era Kirchner. En momentos en que el "kirchnerismo" en la ciudad de Buenos Aires era una locura, y para lo que el médico empezó a trabajar organizando reuniones en el club El Progreso, ayudado por su amigo y compañero de facultad Luis Bonomo, por esa época director del hospital de Río Gallegos. "Dejate de joder con ese lugar, vení al ministerio", le dijo Néstor del otro lado del teléfono, en pleno jolgorio por haber ganado las elecciones. "Ese lugar" era el Hospital Argerich, uno de los centros públicos porteños modelo, hoy horadado por el macrismo. Spaccavento era su director y su piloto de tormentas en plena crisis sanitaria de 2002, cuando las consecuencias del 2001 delarruísta salpicaban absolutamente todo.
 
El Tano le cambió el ministerio por otro proyecto, ambicioso, innovador, y profundamente 
estratégico: la creación de una Unidad Médica Presidencial en el mismo Argerich.
 
"Con todos los medios disponibles –dice–, y que servía para dar un mensaje: la importancia que el gobierno otorgaba al hospital público. Lo hicimos, fui el director de esa Unidad, y es algo que recuerdo siempre de una manera muy especial."
 
"Después de aquella confesión en la clínica –finaliza Spaccavento–, la última vez que vi a Néstor fue en el acto del Luna Park, cuando le habló a la juventud. Como paciente era calentón, puteaba, pero siempre seguía las reglas. Lo que pasa es que el tipo no paraba, era como un cóctel donde metía pasión, compromiso político, tensión por los enemigos que lo atacaban por los cuatro costados, y la adrenalina por hacer algo que le gustaba de verdad. No hay tratamiento y medicina que pueda con eso."

el pañuelo que Néstor se guardó sin querer

Año 2006. Acto en La Perla, Centro Clandestino de Detención estrella de la dictadura en Córdoba. Y donde había caído detenida ilegalmente Adriana Spaccavento, en noviembre de 1977. Hablan los organismos, y después, Néstor Kirchner. Llovía a baldes, y un grupo de amigos del presidente esperan a un costado del escenario.
 
Kirchner termina, y en medio de la emoción, se da vuelta y ve que Donato se acerca a abrazarlo con un pañuelo blanco en la mano, para dárselo. Kirchner, más alto, envuelve al médico por arriba de sus hombros, le saca el pañuelo blanco de la mano, lo besa, se lo pega al corazón, da una vuelta y lo muestra a la gente.
 
"La anécdota es tragicómica –sonríe Spaccavento–, porque el pañuelo no era para él. Mi vieja lo usaba siempre en la plaza, y ese día yo lo tenía como símbolo. El tema es que lo agarró, inmensamente agradecido, quebrado, no lo pude parar."
Y agrega: "Me quedé con una angustia terrible, ¿cómo hacía para que me lo devolviera? ¿Qué le decía? En el aeropuerto le conté todo a Eduardo Luis Duhalde. Se mató de risa: '¡Boludo, y ahora quién se lo pide!'.”
 
"Néstor murió –finaliza–, y para mí fue como un hermano. Con el tiempo, agradezco haberle dado el pañuelo blanco. Fue la mejor persona que lo pudo tener."

Taiana: “Tenemos que persuadir mejor al electorado”

Jorge Taiana, de la Cancillería al Movimiento Evita

Es, ante todo, un militante y está convencido de que su lugar está en la ciudad de Buenos Aires. “Hay en marcha un proyecto que trasciende el cronograma electoral”, arriesga.

Desde que dejó su cargo como ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Taiana se dedicó de lleno a la militancia a través del Movimiento Evita en la provincia de Buenos Aires. Hace unos meses decidió cruzar la General Paz y continuar su trabajo político en la ciudad de Buenos Aires. En un distrito que siempre le fue hostil, entiende que el kirchnerismo porteño tiene que abandonar la estrategia defensiva que mantuvo hasta ahora. Para eso, considera que hay que comprender las particularidades que encierra el electorado de la ciudad y a partir de ahí seducir a una porción de la sociedad que se benefició en estos últimos diez años pero que sin embargo no se identifica con el actual modelo.

–¿Por qué en estos diez años el kirchnerismo no pudo convertirse en una fuerza mayoritaria en la ciudad de Buenos Aires?

–Siempre fue un distrito con una conducta política bastante peculiar por el hecho mismo de ser la Capital Federal y por la relación de desconfianza mutua con el interior del país. Sin embargo, no hay que soslayar que, teniendo una cantidad de electores muy similares a Santa Fe y Córdoba, Cristina sacó más votos en Capital que en estos dos distritos. Por lo tanto esto demuestra que, por sus características sociales y por su historia, la ciudad de Buenos Aires tiene un potencial de votos hacia el proyecto nacional y popular más amplio que lo que se expresa políticamente. En consecuencia, los que apoyamos este proceso tenemos que trabajar más y persuadir mejor al electorado.

–¿Qué políticas tendría que poner en marcha entonces el kirchnerismo para captar ese potencial electorado?

–Me parece que nos ha costado interpretar esa realidad particular que tiene la ciudad de Buenos Aires. Por un lado, tenemos un sector que es muy vulnerable, que vive en la pobreza y la marginalidad y que representa el 15 por ciento de la sociedad porteña. Esa representación, que es natural al peronismo, hay que defenderla justamente por esa situación en la que se encuentra, pero además porque es una porción a la cual el Gobierno de la Ciudad no contempla de manera central. Para alcanzar una mayoría en la ciudad, no basta con representar sólo a ese sector. Hay una porción mayoritaria, que es de clase media baja y clase media-media, que tiene necesidades diferenciadas de los sectores más vulnerables pero que posee una agenda de temas que muchas veces nos ha costado interpretar. Es gente que objetivamente se benefició de las políticas puestas en marcha desde 2003 y que sin embargo no se representa en el kirchnerismo. Creo que eso pasa porque no logramos interpretar algunas de sus realidades particulares. Por ejemplo, el peronismo defiende la educación pública y la salud pública. Pero al mismo tiempo tenemos que saber que en términos de educación más de la mitad de los estudiantes primarios porteños van a colegios de gestión privada y más del 90 por ciento tienen alguna forma de obra social o prepaga. Por lo tanto tenemos que saber mejor cómo están funcionando las prestaciones médicas obligatorias, cómo está funcionando el PAMI y el sistema de prepago. Lo que está claro es que todo proyecto nacional y popular, por definición, contempla la alianza de intereses entre los sectores más humildes y los sectores medios. Por lo tanto, recrear esa alianza en la ciudad es un desafío fundamental para los peronistas.

–¿Esas falencias son las que explican las movilizaciones opositoras de los sectores medios porteños que se dieron en el último trimestre?

–Esos manifestantes representan segmentos bastante diferenciados. No los podemos mezclar como si fueran todos la misma cosa. Primero, porque sus demandas son bastante variadas. Hay un sector más tradicional antiperonista pero hay otro que en algún momento apoyó a los gobiernos de Néstor y Cristina y que por distintas razones hoy se sienten alejados. Me parece que no mezclar todo y tratar de recuperar a esos sectores –que por origen social y por experiencias están ligados a este proyecto– es una tarea importante para el kirchnerismo.

–¿Esta visión es la que el Movimiento Evita quiere debatir al interior del kirchnerismo o es la posición hegemónica de toda la fuerza?

–Esto comienza como una reflexión dentro del Evita. Miramos la ciudad y la primera conclusión es que hay un kirchnerismo que está a la defensiva y que está desarrollando una mentalidad de minoría. Y la minoría tiene más dificultades para unirse y menos motivaciones. Frente a esta realidad, pensamos que el Evita tenía que fortalecer su presencia en la ciudad para revertir esta tendencia. Tomamos entonces la decisión de darle un grado de actividad más importante a la Capital, que un miembro de la conducción –en este caso yo– se dedicara a actuar en Capital y que saliéramos a recrear un espacio renovado que pueda tener una respuesta más ágil ante amplios sectores de la Capital. Para lograr eso hay que salir y hablar con la gente. Muchas veces los militantes políticos tienden a encerrarse y vivir en un microclima. Creo que eso es una mala idea. Las fuerzas políticas crecen cuando se discute con el conjunto de la sociedad, y con ella se van reafirmando o modificando las propuestas. Me parece que estos diez años de kirchnerismo son una buena oportunidad para hacer un balance de todo lo bueno que se hizo, qué es lo corregible y qué es lo que falta por hacer para tener una sociedad que cumpla con las expectativas de todos. Es muy importante lo que se vaya a hacer en los próximos años y por lo tanto el debate es imprescindible.

–¿El hecho de ser el conductor del Evita en el distrito lo instala como un posible candidato del kirchnerismo para estas elecciones?

–Me instala como un referente de la militancia. Eso es un poquito más relevante que la cuestión de las candidaturas. Estamos poniendo en marcha un proyecto que trasciende el cronograma electoral. Lo que es función, he tenido bastante en mi vida. Lo que quiero es contribuir a armar este nuevo kirchnerismo que veo bastante desflecado y a la defensiva en la ciudad. Hay un montón de experiencias y de gente que se puede sumar y trabajar en ayudar a mejorar las condiciones de los porteños y estoy haciendo una contribución.

–¿Los errores de gestión que viene cometiendo Macri pueden influir en esta elección?

–Yo creo que sí. Lo que estos errores están mostrando son los límites de la gestión de Macri. Con las inundaciones quedó en evidencia la falta de infraestructura, pero que nace de un tipo de concepción a la hora de gobernar. No podemos pensar una ciudad de Buenos Aires aislada del área metropolitana. En eso hay un atraso enorme. Se da por esta teoría aislacionista que tiene Macri de concebir la ciudad como una especie de ínsula que está desligada del resto. Parecería que aspira a una mejor situación sin relacionamiento con sus vecinos. La otra cuestión interesante es el Metrobus en la 9 de Julio que está dentro de una lógica de cementización de la ciudad y reducir todas las áreas verdes. Se realiza un gasto enorme que sólo beneficia a las compañías de cemento o constructoras, cuando se podrían encontrar soluciones mucho más sencillas y económicas.

–Sin embargo, las encuestas le siguen dando solidez al macrismo. ¿Le cuesta a la sociedad ver estas falencias?

–Puede ser. Esto va a formar parte de un proceso. Va a llevar un tiempo que un sector de la sociedad comprenda que lo que hace Macri es prometer una ciudad que va a estar mejor pero que en los hechos no se ve. Por eso hay que debatir. No hay otro secreto en la política que persuadir.

Fuente Revista 23:  http://bit.ly/179Q0tv

Repercusiones de la entrega de Taiana del Honoris Causa a Garzón

Página 12 - Honoris Causa para Garzón

El jurista español Baltasar Garzón fue distinguido con el Doctorado Honoris Causa de la Universidad Nacional de San Martín por “su profundo compromiso con la Justicia, su incansable lucha por la causa de los derechos humanos y su fecunda trayectoria profesional y académica”. El director del CIEP, el ex canciller Jorge Taiana, presidió la ceremonia y destacó “la visión y consistencia en la toma de posiciones” del magistrado, quien “se puso a la vanguardia de casos claves en temas de derechos humanos, lo que le valió el reconocimiento y la férrea gratitud de los pueblos de América latina en un momento en que la región se esforzaba por vencer la impunidad tras décadas de terrorismo estatal”. “Baltasar Garzón es un símbolo global del valor y de la importancia del rol de los jueces frente a las violaciones sistemáticas de los derechos humanos sin límites territoriales ni temporales”, concluyó Taiana.



Tiempo Argentino - Distinguieron a Baltasar Garzón

El ex canciller argentino y actual director del Centro Internacional de Estudios Políticos (CIEP), Jorge Taiana, estuvo a cargo de la tradicional laudatio en la ceremonia. "Su innegable aporte al fortalecimiento de la doctrina del principio universal contra los crímenes de lesa humanidad le ha valido premios y distinciones de numerosas instituciones y de las más altas casas de estudio", señaló Taiana.

Y concluyó: "Baltasar Garzón es un símbolo global del valor y de la importancia del rol de los jueces frente a las violaciones sistemáticas de los Derechos Humanos sin límites territoriales ni temporales."

La entrega del Doctorado Honoris Causa estuvo a cargo de Carlos Ruta, rector de la UNSAM, y se llevó a cabo en el Teatro Tornavía del Campus Miguelete, en el marco de un acto abierto al público. Tras la ceremonia, alumnos, personal de la UNSAM y miembros de la agrupación HIJOS entregaron a Garzón un presente y los diputados nacionales Remo Carlotto y Leonardo Grosso presentaron el libro Seguridad e inclusión social: charlas del Bicentenario.



29 de mayo de 2013

Demiryi: "el macrismo está aplicando la política de la ‘sábana corta’ entre los damnificados por el temporal y los sectores humildes de la Ciudad"

Sebastián Demiryi, Secretario Político del Movimiento Evita de la Capital habló con “Abramos la Boca” en Radio Gráfica.

En diálogo con Mauro Cavallin, Alicia Lado y Ariel Weinman, Demiryi cuestionó al gobierno de Mauricio Macri quien en el día de ayer hizo público un nuevo recorte de 70 millones de pesos al programa “Ciudadanía Porteña”, con el argumento de aumentar los subsidios a los inundados del 2 de abril pasado.

A principios de abril la Legislatura porteña aprobó en una Sesión Extraordinaria el fortalecimiento de los subsidios y un aumento del presupuesto en la atención a los damnificados de esa inundación. Pero el gobierno macrista dicta en aquel momento “un Decreto de Necesidad y Urgencia asignando mayores partidas (presupuestarias) a los subsidios para los inundados, a costa de un recorte de 40 millones de pesos al programa ‘Ciudadanía Porteña’”, recordó.

"Dicho Programa es una política que es anterior al gobierno de Macri”, subrayó Demiryi, y agregó que “busca paliar la situación social de los sectores más golpeados por la exclusión en la zona sur” de la Ciudad, cuyos montos “van variando de acuerdo a la composición familiar, a la cantidad de hijos”.


“Ciudadanía Porteña cada vez se viene recortando más”, denunció. “Hay que aumentar el presupuesto y las indemnizaciones a los sectores golpeados por la inundación”, admitió el secretario político del Movimiento Evita Capital, pero en lugar de recortar los gastos, por ejemplo, en publicidad, el macrismo está aplicando la política de la ‘sábana corta’ entre los damnificados del temporal y los sectores humildes de la Ciudad”.

“En lugar de ver cómo hace para agrandar la sábana, desprotege a los sectores humildes que son los que más necesitan (…) de la presencia del Estado”, sentenció.

Demiryi también se refirió a la movilización del 25 de mayo último, con motivo de celebrarse el 203° aniversario de la Revolución de Mayo y los diez años de la asunción de Néstor Kirchner a la Presidencia de la Nación.

Demiryi caracterizó a la celebración como una “una fiesta popular”. Que un gobierno después de diez años de gestión del Estado convoque más de “700 mil personas en la Plaza de Mayo”, y dicha convocatoria se efectúe “no desde la resistencia ni del odio, sino desde la alegría, porque estamos agradecidos por todo lo que se ha avanzado en esta década, pero mirando también todo lo que falta por hacer, habla de una gran fortaleza de este proyecto político”, expresó.


“Estamos muy contentos con la convocatoria de nuestro pueblo y por lo que hemos logrado desde el Movimiento Evita al movilizar 70 a 80 mil compañeros y compañeras, un esfuerzo muy grande de la militancia”, afirmó.

“Todavía nos falta avanzar muchos niveles de justicia social, de distribución de la riqueza, como lo planteó Cristina ‘no vamos a dejar de luchar hasta que no haya un solo pobre en la Argentina’”, admitió. Para avanzar es necesario ir “contra los que más tienen, el poder económico concentrado, el sector financiero, la renta minera, para poder saldar las deudas en viviendas e inclusión social”, afirmó.

Sobre el rol de la clase trabajadora, Demiryi definió que “no hay proyecto nacional sin movimiento nacional. Para fortalecer al movimiento para nosotros es muy importante avanzar en la unidad de los trabajadores. Es una condición sine qua non del proceso político que estamos viviendo”.

El dirigente porteño del Evita calificó al discurso de Cristina Fernández como “excelente, sobre todo cuando dice que ella ‘no es eterna, vamos por una década más, que necesitamos la fortaleza para sostener las conquistas que hemos alcanzado hasta este momento”. “Creo que le da mucha profundidad al proceso que estamos transitando" concluyó.

Enlace de interés: http://bit.ly/10IvtVw

Taiana en la entrega del título de Doctor Honoris Causa a Baltasar Garzón en la UNSAM



El jurista español Baltasar Garzón será reconocido por la Universidad de San Martín a través de la entrega del título de Doctor Honoris Causa a cargo del Rector Carlos Ruta mañana, jueves 30 de mayo, a las 18 horas en el Teatro Tornavía del Campus Miguelete, 25 de Mayo 1400 - San Martin. La tradicional laudatio estará a cargo de Jorge Taiana, ex Canciller argentino, actual Director del Centro Internacional de Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad y Secretario General del Movimiento Evita de la Ciudad de Buenos Aires. El acto será abierto para el público que se quiera acercar y participar.


La Universidad Nacional de San Martín reconocerá a Baltasar Garzón Real por su profundo compromiso con la justicia, su incansable lucha por la causa de los derechos humanos, y su fecunda trayectoria profesional y académica.



Luego, el magistrado brindará una conferencia y presentará junto al diputado Remo Carlotto el libro Seguridad e inclusión social: charlas del bicentenario del que también participarán el diputado nacional Leonardo Grosso, Taiana y Carlos Ruta, entre otros.

Taiana: "Vincular al Gobierno con el nazismo es un disparate"

En su columna habitual de los días martes en Mañana Sylvestre, el ex ministro de Relaciones Exteriores dijo que detrás de las teorías que comparan a la Argentina con el germen del nazismo en Alemania está el cuestionamiento a “la democracia y al voto popular”.

“Yo tengo un gran respeto personal por el Dr. Strassera pero me parece que está profundamente equivocado. Todas las menciones que tiendan a vincular al Gobierno de la Argentina con el nazismo son un disparate. No tiene nada que ver un régimen político con otro, porque esto es una democracia que va a cumplir 30 años. Donde hay una serie de mecanismos y hay lugar para la oposición y por lo pronto no se podían decir ninguna de estas cosas en la Alemania nazi”, expresó el ex canciller Jorge Taiana respecto de los dichos del ex fiscal Julio Strassera.
Además, expresó que “la teoría del germen, de decir que aquí está el comienzo, es una teoría que lo que tiende es a cuestionar a la democracia, a las mayorías y a su voto”.

“Cuando Julio Strassera, y varios dicen que el Parlamento es una escribanía… en el Parlamento están personas elegidas por el voto popular, ¿Qué quieren? ¿Que voten a la oposición? Uno elige parlamentarios en todo el mundo pasa, que apoyan a la mayoría, y en los regímenes parlamentario el gobierno cae cuando no tiene mayoría. Lo lógico es que la mayoría vote lo que quiere la mayoría, y por tanto lo que manda el ejecutivo”, reflexionó el ex titular de la cartera de Relaciones Exteriores.

“Ese concepto de decir que el Parlamento es una escribanía, es un concepto absolutamente antidemocrático, y que tiende subliminalmente a cuestionar la validez del voto, porque detrás de eso está el decir que la gente se equivoca, que eligieron a Hitler, entonces es una desconceptualización y una desvalorización del voto popular. Eso es lo que me parece a mí más grave”, indicó.

Sobre el paquete de medidas incluidas en la reforma judicial, que cuestionó Strassera, Taiana manifestó que “todo el mundo dice que hay que mejorar la Justicia argentina. Esta ley obviamente es opinable, pero ciertamente lo que no son, es ser capaces de modificar profundamente el funcionamiento de la Justicia argentina, si algo hay que criticarles es que son sólo un paso”.

Taiana recordó que en Estados Unidos a los jueces los elige la mayoría política del Senado, como hacía antes de la constitución del Consejo de la Magistratura, el Senado argentino.

“Estas leyes no tienen la gravedad institucional que quiere darle la oposición, y ciertamente si hay algún punto que no está bien lo dirá la Justicia. Para eso tenemos una Corte independiente y respetada por todo el mundo”, insistió, “pero hacer comparaciones con 1933 la verdad que es una canallada”.

La carta de la DAIA

Días atrás, organizaciones de Derechos Humanas y la DAIA (Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas) suscribieron notas de repudio por la columna titulada “1933” y aparecida en el diario La Nación, que llama a comparar al gobierno argentino con los orígenes del nazismo.

En la nota, la DAIA expresa su “su malestar respecto a la comparación con la actualidad política de nuestro país”. e instó “a evitar referencias que banalizan la persecución y exterminio que ejecutó dicho régimen”, en referencia al nazismo.

28 de mayo de 2013

Conmemoración del 203° aniversario de la Revolución de Mayo: Palabras de la Presidenta de la Nación

Muchas gracias, muchas gracias a todos y a todas por esta plaza de la alegría, del amor, del amor por la patria, del amor por el otro, donde no venimos a insultar ni a agraviar, sino a festejar el Día de la Patria.

En este nuevo aniversario de nuestra querida patria, en este 203 aniversario, quiero confesarles a todos ustedes que ni ayer ni hoy ha sido un día fácil para quien les habla.

Junto a mi condición de argentina, como el resto de los 40 millones que recuerdan y festejan a su patria, surgen en mí también otras imágenes, otros recuerdos, porque hace exactamente 10 años, mi compañero de vida y de militancia, el presidente -qué paradoja- menos votado de todos los procesos democráticos y sin proscripciones de elecciones, era el que menos votos había obtenido y, sin embargo, vino a encabezar el proceso de transformación y cambio más importante de las últimas décadas.
Yo la verdad que quiero recordar la historia, quiero recordar estos 203 años de nuestra Revolución de Mayo, pero no hacerlo desde la versión anodina y aséptica que muchas veces nos explicaron.

Yo quiero recordar y veo en todos ustedes, en esas caras jóvenes, las caras de otros jóvenes, de French, de Beruti, de Moreno, de Monteagudo los verdaderos cerebros de esa revolución, French y Beruti que no repartían como nos enseñaron en el Billiken, escarapelas festejando la caída del virrey. Repartían escarapelas que en realidad eran cintas amarillas españolas marcando los que únicamente podían ingresar al Cabildo. Así se hizo la Revolución de Mayo y así se hicieron también los grandes procesos de transformación aquí en Latinoamérica y en el mundo.

Jóvenes con ideales también junto a nuestros hombres de armas, encabezados por Cornelio Saavedra, el Regimiento de Patricios, que eran las épocas fundacionales del país donde pueblo y fuerzas armadas, las ideas junto a los que empuñaban también las armas para defender esa gran patria que nacía, construían la historia.

Luego vinieron siglos de desencuentros, avances y retrocesos y también casi una década que cambió la historia en el siglo XX, y no quiero con esto, por favor, que lo vean como un sesgo partidario, es simplemente una carga histórica innegable, un movimiento político, el peronismo que vino a cambiar definitivamente la historia del país. Un hombre y una mujer que les enseñaron a los argentinos que al lado de cada necesidad había un derecho, que les dieron educación, vivienda, vacaciones, aguinaldos, a partir del año 53 convenios colectivos de trabajo que le dieron al trabajador, que incorporaron al trabajador y a la mujer a la vida política de los argentinos, que también, porque es innegable, afectaron intereses, porque antes de que llegara el peronismo, había explotación en el país; porque antes de que llegara Juan Domingo Perón y Eva Perón, a la gente se le pagaban dos monedas, no había vacaciones, no había aguinaldos, solamente había explotación. Cómo entonces no iban a ser combatidos y denostados.

Creo que es fácil entender también los ataques permanentes que sufrieran primero Néstor como presidente y después esta Presidenta; tal vez después de Perón y de Evita, las dos personas más difamadas, atacadas, ultrajadas y descalificadas de toda nuestra historia.

Pero no me quejo, sabemos que cuando afectamos intereses, sabemos que cuando defendemos a los sectores más vulnerables, sabemos que cuando incorporamos a millones de argentinos al trabajo, cuando creamos la Asignación Universal por Hijo que ya no permite que cualquiera contrate a un hombre o a una mujer por dos pesos, cuando consagramos nuevamente desde hace 10 años las convenciones colectivas de trabajo, en esta "década ganada" -mal que les pese es una década ganada- pero no por un gobierno, ganada por el pueblo. Cada conquista, cada hombre y mujer que pudo jubilarse y que hoy cobra su jubilación que se ajusta dos veces al año, cada pibe que recibe una netbook, no para escuchar cumbias por favor, como alguien decía el otro día, sino para aprender en el proceso de inclusión educativa más importante que se recuerde en toda la historia, con 9 nuevas universidades, con más de 1.400 colegios nuevos, en cada joven que hoy puede estudiar y trabajar, en cada mujer que luego del reconocimiento del trabajo de los empleados y empleadas en servicios domiciliarios, algo que ni siquiera Evita podía lograr también, tienen instrumentos y herramientas para pelear sus derechos en cada región del país. Porque me atrevo a decir también que es una década ganada en federalismo, en donde todas las regiones han sido incorporadas en un plan de obra pública sin precedentes, con infraestructura social y económica. Y también, porque no, en los miles y miles de pequeños y medianos productores, empresarios, comerciantes y también de los grandes que han obtenido en esta década ganancias, rentabilidad y crecimiento a sus empresas, que ha generado también los millones de puestos de trabajo.

Hemos logrado articular esto, y este es el mejor homenaje que podemos hacer a esos hombres y a esas mujeres que liberaron un pueblo hace 203 años, pero que la tarea había quedado inconclusa, porque todavía estamos peleando también ya no por la libertad, sino por la igualdad que es el gran signo de esta década y de las que vendrán.

Quiero también convocar a todos los argentinos a esta gesta, a que esta década ganada, le siga otra década más en que los argentinos sigan ganando también. Porque yo me pregunto, yo no soy eterna, lo he dicho muchas veces, y lo que es más importante, tampoco lo quiero ser. Es necesario empoderar al pueblo, a la sociedad de estas reformas y de estas conquistas para que ya nunca nadie más pueda arrebatárselas, y sé de qué estoy hablando.

Muchas veces leo en letra de molde que hablan del kirchnerismo y del fin del ciclo y yo me pregunto y le pregunto a todos los argentinos: el cambio de un gobierno por otro, ¿es fin de ciclo o en realidad a lo que se están refiriendo es a que cuando yo me vaya se va a acabar todo lo que hemos conquistado en esta década ganada? Me parece que se refieren a eso.

Me parece que cuando hablan de la Asignación Universal por Hijo con desprecio, me parece que cuando hablan en contra del desendeudamiento que comenzamos y que permitió generar un ciclo virtuoso en la economía, donde el Fondo Monetario Internacional no viniera a imponernos condiciones, tal vez se refieran a eso, a que también quieren que vuelva esa etapa.

O tal vez se refieren a que ya no va a haber más todos los años la fijación del salario mínimo vital y móvil, todos los años convenciones colectivas de trabajo donde incorporamos mayor poder adquisitivo porque a lo mejor ellos piensan que los salarios son los que provocan la inflación.

Yo digo que los precios no los ponen los trabajadores ni el gobierno. Yo digo que los precios los fijan los empresarios y los grandes monopolios.

¿A qué se refieren entonces, a qué se refieren?

Ustedes lo saben muy bien y hagamos memoria de estos 200 años; hagamos memoria cómo fueron atacados esos próceres, Moreno, Belgrano, a los que acosaban de ultras y jacobinos. Si Belgrano hubiera respetado las órdenes que emanaban de Buenos Aires, no hubiéramos tenido la Batalla de Salta y Tucumán. Por suerte, Belgrano era un joven desobediente porque era un patriota por sobre todas las cosas.

¿A qué se referían cuando también denostaban el gobierno del brigadier general Juan Manuel de Rosas que pudo resistir los embates del colonialismo francés e inglés? Luego vino lo que vino.

Cada ciclo de gobiernos populares ha tenido ataques feroces porque en realidad, cada una de esas dirigencias no era de ellas el problema, era el obstáculo, eran las herramientas que la historia del pueblo había tomado para transformar un destino de esclavitud, un destino de atraso y, entonces, había que destruir las herramientas.

Yo, nosotros, él, que no está más, no fuimos importantes ni seremos importantes por nosotros mismos. Somos apenas una herramienta de ustedes, del pueblo y me refiero, no solamente a los que están en esta plaza. Es más, me refiero también a aquellos que sin saberlo, muchas veces repiten lo que escuchan o lo que leen. No es la primera vez en la historia.

Hubo distintos instrumentos también para difamar, para distorsionar y sino, no quiero remontarme tal vez a una historia que muchos no recuerden, pero les recuerdo a todos algo que todavía está muy fresco en nuestra memoria: los invito a que cuando lleguen a sus casas, los que tengan una compu, los que puedan acceder a Internet, que son muchos hoy en la República Argentina, más del 50 por ciento de la población puede acceder a Internet, vayan y lean los diarios del año 2001, previos a diciembre, previos al corralito, vayan a ver, vayan a leer si algunos meses antes o apenas el mes anterior o apenas la semana anterior a que se confiscaran los ahorros, fundamentalmente de la clase media argentina, algún diario, alguna radio, algún medio televisivo, algún economista, de esos que hoy preanuncian catástrofes y apocalipsis todos los días, le habían anunciado a los argentinos que le iban a manotear la plata y no se la iban a devolver.

Nadie les avisó nada y no era porque no sabían, sino porque tenían complicidad. Ni qué hablar, ¡por Dios!, del período más trágico de nuestra historia, de ese que se inició el 24 de marzo de 1976. Lean lo que decían y lo que hacían, miren las fotografías, hasta alguien tituló "Tenemos nuevo gobierno". Recorran los documentos y archivos para ver con las cosas que se quedaron durante ese período en el que estas mujeres que están a mis espaldas de pañuelos blancos, todavía siguen buscando a sus hijos y a sus nietos.

Quiero confesarles algo: si bien nuestro Gobierno en materia de derechos humanos, en materia de castigo, castigo con la ley y la Constitución y los jueces de la Constitución, sobre los genocidas todavía y pese a eso, yo como argentina, siento con esas mujeres una inmensa deuda. Los argentinos todos, todavía tenemos una inmensa deuda.

Porque es cierto que están siendo juzgados, porque es cierto que están en prisión, porque es cierto que están purgando penas, porque es cierto que hay procesos judiciales que se abren todos los días, pero todavía no hemos podido encontrar a sus hijos ni a sus nietos y esa es una deuda que todavía no ha sido saldada por el conjunto de la sociedad ni de los gobiernos.

Yo quiero la unidad de todos los argentinos, pero quiero la unidad con memoria, con verdad y con justicia. Porque sin eso, no hay unidad posible y la necesitamos, la necesitamos en este proceso de transformación económica y de inclusión social y también, de grandes reformas políticas.

Reformas políticas que muchos no creían porque pensaban que eran enunciados cuando hablábamos de las internas abiertas, obligatorias, simultáneas y vinculantes para todos los partidos políticos iniciando el proceso de reforma política más importante.

Y también ahora, con la reforma que necesita la Justicia para democratizar también al tercer gran poder del Estado que necesita y que los argentinos necesitamos que sea democratizado.

Por eso la igualdad en el acceso, por eso también el voto popular en la representación de los organismos políticos en ese tercer poder el Estado.

¿A quién puede molestarle? ¿Cómo puede negarse el derecho a 40 millones de argentinos a elegir a quiénes son los que van a representarlos en ese organismo político que es el Consejo de la Magistratura que elige y designa jueces? Son los argentinos los que también tienen que opinar y participar, abrir las compuertas, darle luz y visibilidad.

Y hay algo que me obsesiona y me desvela y que es cómo hacer para que estas grandes transformaciones, que estas grandes conquistas, que van desde lo económico a lo social, hasta lo estrictamente igualitario como fue otro gran hito histórico del cual me siento orgullosa y del cual fue artífice Néstor como fue el matrimonio igualitario en la República Argentina.

¿Cómo hacer? Yo encuentro una sola manera. Porque quiero decirles algo: estos años felices, estas medidas que trajeron felicidad al pueblo en esta década ganada, fueron, es cierto, medidas para la felicidad del pueblo, pero no fueron medidas fáciles para el Gobierno: por cada medida, por cada decisión, un ataque. Cuando él decidió pagarle al Fondo Monetario Internacional, cuando decidió reestructurar la deuda, cuando en Mar del Plata le dijo "no" al ALCA, junto a otros patriotas como Lula, como Chávez, querido compañero y amigo Hugo Chávez, eterno en el corazón de nuestro pueblo también, o tal vez, cuando tomamos la decisión de recuperar los fondos de las AFJP, terrible decisión, corrida cambiaria, mis dos gobiernos llevan más de 3 o 4 corridas cambiarias presionándonos para que hagamos cosas que perjudiquen a la gente.

No es fácil, no son fáciles las presiones. También me pregunto, cuando alguno habla de fin de ciclo, ¿será que piensan que los dineros de los trabajadores que hoy están en la ANSES, vuelvan a comprar acciones como algún diario vendió sus acciones a no sé cuántos pesos que hoy no valen nada? Tal vez se quiera volver a eso cuando se habla de fin de ciclo.

Por eso, mi desvelo, mi obsesión es que esta sociedad de los 40 millones de argentinos se organice en forma unida y solidaria pero, al mismo tiempo, comprendan.

Yo el otro día, recordando a Jauretche, hablaba de los zonzos y contaba una anécdota de precisamente cuando se emitieron los famosos bonos para pagar a los argentinos que habían quedado atrapados en el corralito. Muchos los vendieron.

Cuando el año pasado pagamos el corralito, solamente era un 20 por ciento de argentinos, el otro 80 por ciento, era de extranjeros que habían comprado a 2 pesos lo que valía 100. Porque a muchos argentinos, inclusive argentinos instruidos, argentinos de clase media, argentinos que han tenido la oportunidad de la educación, tal vez no la de entender, sí la de saber. Pero hay una gran diferencia entre saber y entender. Lo que yo quiero es, finalmente, que los 40 millones de argentinos entiendan y comprendan cuáles y dónde están sus verdaderos intereses y me desvela.

Por eso, el otro día, cuando anunciaba las medidas de aumento en todas las asignaciones, de la Universal por Hijo, por embarazo, las de los trabajadores registrados, cuando anunciaba esas medidas, decía que tenemos que organizar a la sociedad para cuidar esa conquista, mirar para cuidar. Y yo convoco a todos los argentinos al momento –quiero decirles algo- empezaron a llegarme, yo en ese momento hablé de los jóvenes, de las iglesias, al momento comenzaron a llegarme mensajes de centros de jubilados, de gente que quería participar.

Porque quiero decirles algo: si no se organizan, si no participan, si no cuidan ustedes mismos lo que es de ustedes, van a venir otra vez por todos ustedes como lo han hecho a lo largo de toda la historia.

Tenemos los argentinos el deber de no depender de una persona; tenemos el deber, pero sobre todo la necesidad, de empoderarnos nosotros mismos de esas conquistas y de esos derechos y de organizarnos para defenderlas. Con eso sueño.

Sueño también con una Argentina como la que hemos logrado en esta década, la década ganada pero también la década de la solidaridad, la década donde cada argentino o por lo menos una gran parte de los argentinos, ha comenzado a mirar al costado o, tal vez, un poco atrás donde otro argentino u otra argentina todavía le falta algo, hay muchos a los que todavía les faltan muchas cosas. Yo les pido a los que ya han tenido logros que ayuden a que otros también lleguen al mismo lugar que ellos tienen.

Esa unidad, esa organización, esa participación, es lo que siempre les digo, lo que le dije...yo también los quiero mucho...es lo que dije otro día histórico también y de homenaje, nuestro último 2 de abril en Puerto Madryn, donde homenajeamos a nuestros veteranos y combatientes y caídos en la guerra de Malvinas, inclaudicable demanda de soberanía: la patria es el otro, la patria es el otro, es el que todavía no ha podido conseguir trabajo o que consiguiéndolo no está registrado; la patria es el que todavía tiene y lucha y trabaja para conseguir su casa propia. El otro es ese joven que tal vez no pueda estudiar todavía porque tiene que trabajar para ayudar al hogar; el otro también es el que sufre adicciones y tenemos que ayudarnos hermanos a rescatarlos entre todos para combatir los flagelos modernos que tiene nuestra sociedad. La patria es esas mujeres que han luchado por más de 35 años pidiendo justicia; la patria es también esos miles y miles de emprendedores que gracias a este proyecto político, que quede claro además, este no es un modelo económico, que quede claro que este es un proyecto político con objetivos económicos, sociales y culturales. Digo entonces, que es necesario empoderar a la sociedad.

Y en cuanto a los insultos, a los agravios, a la descalificación y difamación permanente, inclusive contra los que ya ni siquiera pueden defenderse porque no están, le seguiremos contestando con gestión, con acción, con trabajo, con sacrificio, con esfuerzo, con militancia, con participación. Porque no van a lograr lo que quieren. En realidad quieren dividir como siempre lo hicieron los argentinos, quieren instaurar climas de división, de insulto, de agravio, de odio permanente. No lo van a logar, conmigo no van a poder, no van a escuchar una sola palabra de ofensa; sí de ideas, sí de debate, sí de política.

Necesitamos imperiosamente ser más inteligentes, porque el odio nubla las mentes, no nos deja pensar. Y nosotros queremos pensar, pero pensar, no solamente en esto que estamos haciendo, sino en todo lo que todavía nos falta hacer.

Esta plaza no es una plaza de ayer ni de hoy, es una plaza de futuro, de porvenir, es una plaza y una patria preñada de esperanzas, de sueños, de ilusiones como las que él tuvo.

Yo quiero finalmente, recordar a modo de homenaje, aquel 25 de mayo de 2003, cuando junto con Florencia, que sé que anda por ahí en medio de la plaza, lo acompañamos al Parlamento para que asumiera como presidente. Yo nunca lo había notado, pero viendo imágenes en películas, yo como iba adelante, para mí el Parlamento, claro, había estado allí desde 1995, era un lugar común, era el lugar de todos los días, era el lugar de mi trabajo, iba adelante saludando, parecía una estrella de cine que entraba por la "red carpet" al Parlamento. Y pude ver, cuando él ya no estaba, hace muy poco tiempo, pude ver las filmaciones que nunca había registrado y lo vi entrar atrás mío, iba constantemente abrazándola a Florencia, había en su cara, no lo había notado, un gesto de angustia, un gesto de nerviosismo, un gesto que presagiaba las tormentas y las luchas que iba a tener que dar.

Tal vez, cuando dijo que no pensaba dejar sus convicciones en la puerta de la Casa de Gobierno, nos parecía que hacía honor a todas las generaciones a las que él había pertenecido. En realidad, estaba diciendo que se iba a jugar y hacer todo lo que tuviera que hacer y sabía lo difícil que iba a ser, tal vez, como nadie.

Por eso, yo quiero agradecer el acompañamiento de todos los argentinos que creen en este proyecto.

También quiero agradecer a los que sin pensar como nosotros, son respetuosos y tienen ideas diferentes y tienen todo el derecho a tenerlas. Yo solo les pido, no en nombre mío, no en nombre de los que hoy estamos aquí, sino en nombre de los que se fueron, en nombre de sus propios hijos, que sepamos disentir con respeto, sin ofensas, sin descalificaciones, sin agravios, sin injurias, démosle a nuestros hijos una patria mejor, porque ellos también van a vivir al lado de los nuestros, que por favor recreemos todos un clima en el cual las ideas se debatan con altura.

Tenemos la inmensa suerte de una democracia participativa, tenemos la inmensa suerte de una libertad de expresión sin precedentes en la historia argentina, tenemos también y aquí también tengo el derecho a decirlo, somos un Gobierno que también nos hemos hecho cargo del costo político que muchas significa no reprimir a un solo argentino porque corta una calle o porque piensa distinto.

Sabemos que eso no está bien, sabemos que no es justo que otro argentino llegue tarde a su trabajo, a su casa o a sus obligaciones, sabemos que tienen razón en enojarse, pero les pido perdón, le pido perdón a cada uno de esos argentinos que se enoja y dicen que así no se puede vivir más.

Yo no voy a ser una presidenta que le dé palos a nadie, eso se los puedo asegurar, porque eso nunca ha sido ninguna solución en la Argentina.

Y les pido a todos de corazón, que pensemos en nuestros hermanos, que pensemos también en este mundo que estamos viviendo complejo.

Hoy leía los diarios y hasta ahora eran los países más conocidos, España, Francia, Italia, hoy leía que hasta Suecia hay problemas graves a partir de la economía que sigue sin recuperarse en el mundo. Y nosotros hoy tenemos la expectativa de una economía que está generando nuevamente crecimiento, incipiente pero crecimiento nuevamente.

Ayudémonos entre todos a sostener la Argentina porque esto es bueno para todos.

No se confundan, no se confundan, hubo una vez o varias tal vez, que algunos pensaron que tanto peor, tanto mejor. Nunca nadie se equivocó tanto. Es mentira; cuando las cosas empeoran, empeoran para todos y si no, acuérdense de aquel 2001 que vivimos los argentinos.

Néstor entró en la Casa de Gobierno como el fenómeno, como el producto de esa suerte de derrumbamiento que tuvieron los valores preestablecidos en la República Argentina; preestablecidos vaya a saber por quién, o sí lo sabemos, por los sectores más concentrados que son los que siempre se salvan cualquiera sea la crisis, cualquiera sea el presidente y cualquiera sea el partido.

Entonces argentinos, no les pido que estén de acuerdo con lo que pienso, no les pido que estén de acuerdo con nuestras políticas, sólo les pido que tengan memoria, que sean inteligentes y que piensen en la patria, porque todos somos la patria, los 40 millones de argentinos. Ese es el homenaje en estos 203 años de la Revolución de Mayo a esos hombres que combatieron y a esas mujeres también, no me quiero olvidar de la generala Juana Azurduy, a esos hombres y mujeres que combatieron por las libertades.

Hoy necesitamos hombres y mujeres que luchen por la igualdad, por la inclusión; hombres y mujeres que en cada uno de sus ámbitos hagan bien su trabajo, científicos, investigadores, docentes, alumnos, trabajadores, empresarios, comerciantes, productores, todos, todos juntos. Cada vez que nos hemos desunido, las cosas fueron mal para los argentinos.

Quiero finalizar con ese ejemplo maravilloso, en medio de una tragedia y una desgracia como la que ocurrió en los primeros días de abril en mi querida ciudad de La Plata, el otro día estaba en el Colegio Nacional entregándole fondos al Hospital Español, una vieja institución por más de 70 años, privada, comunitaria, porque había sido arrasada por la inundación. Quiero que tomemos ese ejemplo, cómo se volcó el pueblo solidario y también algo maravilloso que me llenó el corazón y que fue ver trabajar a miles y miles de jóvenes de la política, de las iglesias junto a los hombres de las Fuerzas Armadas, porque ¿saben qué? Yo estoy segura que quienes pergeñaron ese golpe terrible del 24 de marzo de 1976, quisieron tender un río de sangre que separara al pueblo de las Fuerzas Armadas.

Tenemos que cerrar ese río con memoria, con verdad, con justicia, con trabajo y con convicciones de que tenemos que unirnos porque la patria es el otro, sea quién sea.

Gracias a todos, gracias a todas. Feliz 203 aniversario de la Revolución de Mayo.

Amigos, amigas, compañeros y compañeras, argentinos y argentinas: ¡siempre por la patria, por el futuro, por nuestros hijos y nuestros nietos! ¡Adelante!

Gracias de corazón a todos, muchas gracias. (Aplausos)

Fuente: http://www.presidencia.gob.ar/discursos/26500-conmemoracion-del-203d-aniversario-de-la-revolucion-de-mayo-palabras-de-la-presidenta-de-la-nacion

“Tenemos que consolidar desde el punto de vista político y productivo la integración regional”

Entrevista con Jorge Taiana, quien recuerda el comienzo del kirchnerismo y analiza los desafíos futuros que debe enfrentar. "Así fue el comienzo, muy difícil pero con mucha voluntad política de salir, una época difícil pero linda".

Por Nahuel Placanica - Agencia Paco Urondo

APU: La idea era charlar sobre la Década Ganada, ¿cómo fueron esos primeros tiempos dónde estaba todo por hacer?

Jorge Taiana: Los comienzos fueron de una campaña que de repente se transformó en una campaña exitosa. Al principio, debido a la intención de votos que tenía Néstor, todos pensamos que estábamos haciendo un ensayo para la campaña del 2007. Después, tras la renuncia del otro candidato, Néstor pasa a tener una mayor cantidad de votos y de repente nos encontramos con que el gobierno estaba a la vuelta de la mano, ese fue el triunfo del 27 de abril. Los primeros tiempos, no sólo eran de la misma vertiginosidad porque de ese 3 ó 4% se pasó a la presidencia, sino de una enorme fragilidad porque el país estaba muy destruido, en default, con todo el lío de los bancos, apenas saliendo de ese 2002 tan tremendo. 

En esa época era Viceministro de Relaciones Exteriores, en toda esa primera época lo central era el día a día, como decía Néstor, ir subsistiendo e ir tratando de recuperar un poquito la autonomía en la decisión de poder definir algo y trasmitirle al resto de los países que Argentina no era un país que estaba en recesión. Se pensaba que la crisis en el país iba a estar 10, 20 años, fracturado o dividido. Nuestro objetivo era, obviamente en concordancia con la política nacional de ir recuperando paulatinamente el Estado, subordinando a los intereses económicos e ir haciendo una estrategia para la salida del default y en el exterior ir recuperando paulatinamente cierta confianza en el mundo. Esto se fue haciendo, al principio con enorme fragilidad y junto con eso el tema de derechos humanos que tuvo una repercusión más o menos inmediata. Porque el gobierno anterior había prohibido las posibilidades de tramitar las solicitudes de extradiciones o que se juzgue en el país, que es lo que corresponde. Así que ese fue el comienzo, muy difícil pero con mucha voluntad política de salir, una época difícil pero linda.

APU: Uno de los ejes fue la política regional ¿Cómo fue evolucionando la relación con los países de la región?

JT: Ahí, el punto central fue mantener la alianza estratégica con Brasil. Néstor lo que hace es un primer viaje con Lula, quien había comenzado a ser Presidente unos meses antes y el cambio estratégico estaba sucediendo. Néstor, como presidente electo, lo que hace es viajar a verlo a Lula y comenzar a fortalecer esa relación estratégica. Que ya estaba pero que se quedaba, en ese momento, con las peculiaridades con que, por primera vez, el PT había llegado al gobierno. 

Sobre esta base, sobre este apoyo de Brasil, es que se empieza a reconstruir una política regional en la que lo central es el acuerdo entre Lula y Néstor y la comprensión de Lula –porque Néstor se lo explica muy bien- de que, en realidad, el punto central es que hay que permitir la recuperación económica e industrial de la Argentina. Ese es el centro que decía Néstor, la famosa frase que le planteaba a los acreedores y a las empresas del exterior, “los muertos no pagan” o sea, la Argentina estaba postrada. La única posibilidad para enfrentar los compromisos sustanciales era que tuviera una estrategia de crecimiento viable y para eso había que subordinar todos los otros puntos. 

Eso lo comprendió Lula y comprendió que había que ayudar, sobre todo a este giro industrial. Así se va construyendo la relación de fortaleza con Brasil y se va avanzando con lo que va a ser el uno de los puntos más importantes del gobierno de Néstor que fue el no al ALCA en el 2005. Lo que hacemos es derrotar o rechazar una estrategia de integración que había propuesto EEUU. 

Una propuesta que primero había hecho Bush padre y luego Bill Clinton, donde hacían una alianza de comercio de Alaska a Tierra del Fuego. Los que nos opusimos a eso fuimos los cuatro países del Mercosur, encabezado por Néstor. A los cuatro países del Mercosur, que además éramos los cuatro productores agrícolas, se une Venezuela. El tema de rechazar esa estrategia se da porque claramente veíamos que esa estrategia no nos convenía y que sí nos convenía otra estrategia de integración entre países iguales en desarrollo y que tuviera en cuentas nuestras características, nuestras posibilidades y también nuestras limitaciones.

APU: Y en las relaciones con algunos países que empezaban a perfilarse como actores centrales de la política internacional como China, teniendo en cuenta la relación comercial que tenemos ¿Cómo fue eso?

JT: Eso fue una apuesta que hicimos, nosotros veíamos que en ese mundo unipolar había estado en su máxima manifestación en relación a Irak en el 2003, esa invasión que hizo Estados Unidos sin apoyo de las Naciones Unidas. Ese mundo unipolar, nosotros creíamos que de todas maneras estaba cambiando y que tendía a ser un mundo multipolar, primero en lo económico y también en lo político. Ese mundo multipolar se iba produciendo porque estaba el tema de los países emergentes y sobre todo el crecimiento de China. Ante eso nosotros nos planteamos que hay que ir a China con Néstor, ese es el primer paso importante.

Habíamos ido antes nosotros a plantear la importancia de la relación, China recién estaba saliendo al mundo más lejano, apenas estaba tomando cuenta de África y apenas mirando a América Latina y la visita de Néstor fue un paso importante en ponernos en el escenario y poco después fue correspondida por la visita del presidente de China, Hu Jintao. Todo eso se da en el 2004. En realidad, lo de China fue parte de una estrategia que pusimos en marcha en esa época y también hicimos visitas a la India, Sudáfrica, a Rusia, a los países árabes. Hubo toda una posición, por un lado, acá para fortalecer la integración regional para hacer renacer el Mercosur que es una visión muy comercialista, integral por un lado y por otro lado más productivista y ese proceso culmina en el 2007, 2008 en el UNASUR. 

El otro, es un desarrollo fuerte hacia el fortalecimiento del diálogo en una idea que se demostró en que el sector más dinámico en el crecimiento de la economía mundial estaba en el sur, en los países emergentes. Al mismo tiempo, tratando de evitar que los organismos multilaterales, sobre todo en la Organización Mundial de Comercio, se llegara a acuerdos que más que beneficiar a Argentina la perjudicara, en el sentido que limitaron mucho su capacidad de desarrollo industrial. Eso también logramos evitarlo, se paralizó y esa propuesta no tuvo éxito.

APU: En el caso de la relación con Venezuela ¿Cómo se fue gestando y desarrollando?

JT: Ahí hubo una buena química de entrada entre Chávez y Néstor. En realidad, lo que le pasaba a Chávez es que es el primero de los gobiernos que cuestiona la apertura neoliberal de los 90 en la región, sobre todo, en América del Sur. Él gana las elecciones en el 98 y era un hombre que estaba en soledad, recuerdo cuando fue la cumbre de Las Américas, anterior a la de Mar del Plata, que se hizo en el 2001 en Canadá. 

En ésa cumbre a la que fue De la Rúa, donde ofrece a la Argentina como sede, en esa reunión todos estaban a favor del ALCA, incluso el Presidente socialista de Chile, Ricardo Lagos y el único que se opuso fue Chávez y quedó en absoluta minoría. Pero lo que es cierto es que Chávez -desde entonces-, sentía que estaba en una soledad importante y de repente empezó a ver en el 2003 una cosa muy impresionante y es que los dos países más importantes de Sudamérica -que son Brasil y Argentina-, no sólo cambiaban de gobierno, sino que cambiaban fuertemente de orientación política y se sumaban a ésta política de cuestionamiento al neoliberalismo, de recuperación del Estado y de comenzar a hablar de integración regional. Chávez se va acercando a eso y empieza a mirar al sur y con Argentina se da el tema de la necesidad del fuel oil para el funcionamiento del sistema energético y a cambio de ese gasto Argentina puede colocar bienes, alimentos, maquinarias en Venezuela.

Ahí comienza una dinámica en lo comercial y económico en la región que se ve muy potenciada en lo político. Eso se consolida mucho después de lo de noviembre del 2005, después de lo del ALCA, Venezuela y Chávez se convencen de la importancia del Mercosur y el acta de ingreso de Venezuela se firma en el 2006. Ahí empiezan las reuniones para la integración energética, sube Evo, Rafael Correa y comienza a darse una situación bien distinta y una valoración de todo el tema regional.

APU: En términos generales, incluyendo política internacional en relaciones exteriores pero también en un sentido más amplio ¿Cómo se puede mirar hacia adelante en el kirchnerismo? ¿Qué sería lo que falta y hacia dónde se va?

JT: En el plano internacional, me parece que el tema central es superar esta crisis internacional, el mundo ha hecho un cambio importante y creo que la única respuesta posible es profundizar la integración regional. Tenemos tareas pendientes, estamos parados en el Mercosur, en los últimos tiempos hemos estado a un ritmo más lento en UNASUR después de la muerte de Néstor que ha sido un gran golpe. Pero creo que la forma de superar las dificultades es avanzar y no retroceder, eso me parece vital. Nosotros, en los próximos años tenemos que consolidar desde el punto de vista político y productivo muy sólidamente la integración regional. De lo contrario, solos no nos vamos a poder desenvolver muy bien en un mundo donde la globalización económica pone riesgos y desafíos muy fuertes. 

Y en el resto del mundo intentar una política internacional, obviamente Argentina tiene una cosa muy importante desde el 2008 que es cuando se decide que el G20 se transforme en un grupo cumbre que ya existía de antes pero no era una reunión de presidentes. Ante la crisis del 2008 y la crisis del G7 se decide que el G20 y por primera vez Argentina forma parte junto con Brasil de un grupo de países que tienen un rol bastante importante para debatir la crisis. También está bastante paralizado para encontrar soluciones, pero es un lugar donde nosotros podemos ser la voz de los países en desarrollo y esa es una participación muy importante. Hay que seguir insistiendo en el tema del derecho internacional, estamos en un mundo regido por el derecho y no por las fuerzas. 

Nosotros tenemos una parte de nuestro territorio ocupado por una potencia extranjera, sabemos que el derecho debería respetarse, tenemos que pelear por el derecho internacional, por el anti colonialismo, por el derecho de nuestra soberanía, por la recuperación de Malvinas, por la integración regional y por un mundo donde los organismos multilaterales tengan una dinámica mucho más cercana a los países en desarrollo. Internamente tenemos que consolidar un crecimiento que se transforme en desarrollo, poner en común el desarrollo tecnológico para el desarrollo productivo. Tenemos que tener un desarrollo industrial mucho más sólido porque de lo contrario no sacamos de la marginalidad a todos los argentinos y para eso es decisiva la integración regional. No hay desarrollo posible sin integración y la integración es ahora, por eso aquella frase de Perón “Unidos o dominados” tiene cada vez más vigencia. Es necesario unirse para no ser dominado

Fuente - Agencia Paco Urondo: http://bit.ly/12eXryK