El proyecto de Ley sancionado obtuvo 55 votos a favor, determina por “identidad de género” a la “vivencia interna e individual del género tal como cada persona la siente, la cual puede corresponder o no con el sexo asignado al momento de nacimiento, incluyendo la vivencia personal del cuerpo”.
“Esto puede involucrar la modificación de la apariencia o la función corporal a través de medios farmacológicos, quirúrgicos o de otra índole, siempre que ello sea libremente escogido. También incluye otras expresiones de género, como la vestimenta, el modo de hablar y los modales”, establece el artículo segundo de la iniciativa.
Además, toda persona podrá solicitar la rectificación registral del sexo y el cambio de nombre de pila e imagen, cuando no coincidan con su identidad de género autopercibida. En ese sentido, toda persona que solicite la rectificación registral del sexo debe ser mayor de 18 años y presentarse ante el Registro Nacional de las Personas para modificar sus datos, salvo el número del documento original. La rectificación registral no alterará la titularidad de los derechos y obligaciones jurídicas que pudieran corresponder a la persona con anterioridad a la inscripción del cambio registral, ni las provenientes de las relaciones propias del derecho de familia que se mantendrán inmodificables. Además, los efectores del sistema de salud deberán garantizar los derechos que esta ley reconoce, al tiempo que todas las prestaciones de salud contempladas en la Ley quedan incluidas en el Plan Médico Obligatorio. Esta norma es una consecuencia de la Ley de Matrimonio Igualitario, aprobada en 2010, garantizará que desde el Estado cada persona será tratada y tutelada de acuerdo a cómo se autoperciba. La sanción de la norma tuvo el acompañamiento de todos los bloques legislativos, del Frente para la Victoria y de la oposición parlamentaria, con una sola abstención por parte de la justicialista disidente por Chubut, Graciela Di Perna, quien criticó el proyecto de Ley al decir que “genera más problemas que soluciones a la sociedad argentina y que significa la adulteración de un documento público como es la partida de nacimiento”.
Cuando caía la tarde sobre la plaza Congreso, varios cientos de compañeros y compañeras seguían la sesión en la pantalla gigante que el Inadi había aportado para acompañar a las organizaciones. Entre música dance, aroma a hamburguesas y personas que corrían colectivos, activistas LGBT, entre ellos cumpas del Movimiento Evita Diversidad y La Cámpora Diversia, bailaban para hacer más leve la espera, mientras se dejaban ver caras que habían sido protagonistas, hace dos años, del debate por el matrimonio igualitario, como José María Di Bello y Alex Freyre, Alejandro Vanelli y Ernesto Larrese, María Rachid, y Leonardo Grosso, diputado nacional del Movimiento Evita.
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