El 17 de noviembre conmemoramos y reivindicamos el "día de la militancia". Esta denominación es fruto de la resistencia y la lucha que los trabajadores y trabajadoras y el Pueblo en su conjunto realizó por el retorno del General Perón y el restablecimiento de la democracia.
Desde el mismo derrocamiento del gobierno popular a manos de los gorilas apátridas en 1955, la clase trabajadora comenzó su periplo en la defensa y organización de los derechos adquiridos durante los primeros diez años más felices que vivieron nuestros clases populares. Así fueron organizándose, desde sus bases, tomando un rol protagónico las comisiones internas, los delegados y el activismo en general -ya que muchos sindicatos estaban intervenidos-.
Luego de 18 años de proscripciones, fusilamientos y atropellos de toda índole por parte de la oligarquía, el 17 de Noviembre de 1972 cristalizó el "luche y vuelve": la maduración del Pueblo y de los trabajadores en sus formas organizativas daban el marco para el ansiado retorno del General Perón a la Patria. Este hecho histórico fue, sin lugar a dudas, la consecuencia directa de un proceso de acumulación política por parte del Pueblo en general y del movimiento obrero en particular.
Es por este motivo que un conjunto de organizaciones gremiales y políticas rendimos sentido homenaje a los compañeros y compañeras que nos precedieron en la lucha. Tomando la militancia como forma de vida, ya que la capacidad y la virtud de entregarse al Pueblo es patrimonio de los revolucionarios, comprendiendo las aseveraciones de Cooke cuando planteaba:
"La función inexcusable es extender y ahondar ese conocimiento directo, elaborar críticamente datos de la realidad contemporánea y presentar conclusiones que aclaren su sentido, extraer y generalizar las enseñanzas que deja la acción colectiva, tareas sin las cuales no se perfeccionan las formas organizativas y de combate".
Cuando comprendamos definitivamente eso, consolidaremos el triunfo del Pueblo.
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