Este sábado un grupo de vecinos de Flores Sur ha lanzado una convocatoria para reconstruir, pala en mano, la Plaza Tupac Amaru (ex Plaza de los Virreyes) que fue recientemente destruida por el Gobierno de la Cuidad de Buenos Aires. La administración macrista pretende instalar en el lugar una playa de estacionamiento y dársenas de descarga de pasajeros para las líneas de colectivos. Hay que destacar que la citada plaza es el único espacio verde existente en la zona. También vale la pena resaltar que, pese a que las topadoras ya arrasaron con el césped y las especies vegetales transformando el lugar en un lodazal rodeado de montañas de escombros, no se han cumplido requisitos legales básicos como la colocación de un cartel de obra que informe de la misma (no se conoce el responsable, el tiempo de ejecución ni el presupuesto), el estudio de impacto ambiental y la realización de una audiencia pública.
Vayamos a la historia de este conflicto. En el mes de mayo los vecinos observaron que la mayor parte del espacio de la plaza, ubicada en Lafuente y Avenida Eva Perón; era rodeada por un cerco perimetral amarillo, característico de las obras que realiza el Gobierno de la Ciudad. Al día siguiente empezaron a trabajar las topadoras, que arrasaron con la vegetación, abriendo un surco en la tierra que evidentemente era para preparar una calle en el interior de la plaza. Un grupo de vecinos resisitió este accionar, parándose frente a las topadoras. La obra fue detenida.
Ante el atropello fueron al Centro de Gestión N° 7, donde dijeron que las obras se hacían para mejorar la plaza, sin dar más datos. Dado que uno de los vecinos tenía contacto con Diego Santilli, Ministro de Espacio Público de la Ciudad, se acordó una reunión para tratar el tema.
En la reunión, Santilli se presentó con un grupo de arquitectos que presentaron un plano de la obra, de su observación se desprende que el espacio verde sería sustituido por una dársena de detención de colectivos y una playa de estacionamiento. Cabe aclarar que en la actualidad, en la plaza se encuentran las estaciones terminales del subte E y del Premetro. Otro sector, bajo la autopista, está ocupado por un estacionamiento ilegal. Sin embargo, hasta que entraron las topadoras existía un extenso espacio verde.
Cuando los vecinos plantearon su rechazo a las obras, el ministro planteó que presentaran un proyecto alternativo, dando un plazo de una semana. Los vecinos se reunieron en asamblea y prepararon un nuevo proyecto, que contempla la preservación del espacio verde, espacios para estacionamiento de automóviles y una reorganización de las paradas de colectivos que mejoran las que existen en la actualidad y facilitan la transferencia entre los distintos medios de transporte.
La nueva reunión con el ministro Santilli nunca se realizó, se postergó con distintas excusas pese a que el proyecto elaborado por los vecinos fue presentado por Mesa de Entradas del Ministerio de Espacio Público de la Ciudad de Buenos Aires.
Desde entonces los vecinos se reunieron en varias asambleas para decidir qué hacer. La plaza quedó en un estado lamentable, cercada y deteriorada, con muchas especies vegetales destruidas y con un deterioro de las raíces de los árboles existentes en el lugar. Los días de lluvia se transforma en un lodazal que, inevitablemente debe ser transitado por quienes quieren acceder al subte y al premetro. Muchos suponen que la paralización de la obra solo durará hasta las próximas elecciones y, ante una eventual reelección de Mauricio Macri, la plaza tendría sus días contados. Ante la inacción gubernamental, los vecinos decidieron poner manos a la obra para recuperar su patrimonio. Este sábado, a las 12, se juntan pala en mano para reparar el desastre y devolver al barrio su preciado espacio verde. De la iniciativa participarán, además de numerosos vecinos, instituciones barriales como la Biblioteca Popular Hacha y Tiza y el Centro Cultural Flores Sur. Los esforzados participantes de la paleada podrán disfrutar de la participación de grupos musicales, murga y choriceada.
Vayamos a la historia de este conflicto. En el mes de mayo los vecinos observaron que la mayor parte del espacio de la plaza, ubicada en Lafuente y Avenida Eva Perón; era rodeada por un cerco perimetral amarillo, característico de las obras que realiza el Gobierno de la Ciudad. Al día siguiente empezaron a trabajar las topadoras, que arrasaron con la vegetación, abriendo un surco en la tierra que evidentemente era para preparar una calle en el interior de la plaza. Un grupo de vecinos resisitió este accionar, parándose frente a las topadoras. La obra fue detenida.
Ante el atropello fueron al Centro de Gestión N° 7, donde dijeron que las obras se hacían para mejorar la plaza, sin dar más datos. Dado que uno de los vecinos tenía contacto con Diego Santilli, Ministro de Espacio Público de la Ciudad, se acordó una reunión para tratar el tema.
En la reunión, Santilli se presentó con un grupo de arquitectos que presentaron un plano de la obra, de su observación se desprende que el espacio verde sería sustituido por una dársena de detención de colectivos y una playa de estacionamiento. Cabe aclarar que en la actualidad, en la plaza se encuentran las estaciones terminales del subte E y del Premetro. Otro sector, bajo la autopista, está ocupado por un estacionamiento ilegal. Sin embargo, hasta que entraron las topadoras existía un extenso espacio verde.
Cuando los vecinos plantearon su rechazo a las obras, el ministro planteó que presentaran un proyecto alternativo, dando un plazo de una semana. Los vecinos se reunieron en asamblea y prepararon un nuevo proyecto, que contempla la preservación del espacio verde, espacios para estacionamiento de automóviles y una reorganización de las paradas de colectivos que mejoran las que existen en la actualidad y facilitan la transferencia entre los distintos medios de transporte.
La nueva reunión con el ministro Santilli nunca se realizó, se postergó con distintas excusas pese a que el proyecto elaborado por los vecinos fue presentado por Mesa de Entradas del Ministerio de Espacio Público de la Ciudad de Buenos Aires.
Desde entonces los vecinos se reunieron en varias asambleas para decidir qué hacer. La plaza quedó en un estado lamentable, cercada y deteriorada, con muchas especies vegetales destruidas y con un deterioro de las raíces de los árboles existentes en el lugar. Los días de lluvia se transforma en un lodazal que, inevitablemente debe ser transitado por quienes quieren acceder al subte y al premetro. Muchos suponen que la paralización de la obra solo durará hasta las próximas elecciones y, ante una eventual reelección de Mauricio Macri, la plaza tendría sus días contados. Ante la inacción gubernamental, los vecinos decidieron poner manos a la obra para recuperar su patrimonio. Este sábado, a las 12, se juntan pala en mano para reparar el desastre y devolver al barrio su preciado espacio verde. De la iniciativa participarán, además de numerosos vecinos, instituciones barriales como la Biblioteca Popular Hacha y Tiza y el Centro Cultural Flores Sur. Los esforzados participantes de la paleada podrán disfrutar de la participación de grupos musicales, murga y choriceada.
1 compañeros opinaron:
.. ¿ Hay acciones concretas para sacar a los chicos del consumo de Paco..? En el Barrio de Once,.. mi sobrino se me está yendo.. y no podemos hacer nada..... ya van 8 años.. de tratamiento .. granja y granja .. y recae.. y recae...
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