El pasado jueves 14 de septiembre se llevó adelante el acto en el que se declaró el 16 de Septiembre el Día Nacional de la Juventud, la razón: el 30º aniversario de la Noche de los Lápices donde siete jóvenes militantes de la UES (Unión de Estudiantes Secundarios) fueron raptado de sus hogares en horas de la madrugada, torturados y desaparecidos por reclamar el boleto estudiantil.
Compañeros jóvenes de todo el país del Movimiento Evita y otras organizaciones se dieron cita y desde muy temprano concentraron en las inmediaciones del microestadio del club Ferrocarril Oeste de esta ciudad de Buenos Aires. Los cánticos como “habrán paso llego la JP” o “ya van a ver, vamo a volver, todos unidos como en el `73” abrazaron el barrio de caballito durante toda la tarde imprimiendole un paisaje poco usual. Mientras tanto otros compañeros preparaban el microestadio colgando banderas de las distintas organizaciones sociales entre las que se encontraban entre otras las del Movimiento Evita Capital Federal, Mar del plata, Córdoba y Buenos Aires.
Antes de que el acto comenzará pasadas las 18:30 hs se proyecto un corto video con imágenes de aquellas multitudinarias marcha de la juventud de los setenta y unas contundentes palabras de Hebe de Bonafini reivindicando a aquellos jóvenes que no reclamaban solo por un boleto estudiantil sino por un proyecto trasformador de país, por un proyecto revolucionario.
Alrededor de 4000 personas fueron las que asistieron al acto que encabezó la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner junto a la directora nacional de Juventud, Mariana Gras y el coordinador del Consejo Federal de Juventud, Juan Cabandié. El acto tuvo una duracion de alrededor de 30 minutos donde los tres oradores destacaron la importancia de la juventud en este nuevo proyecto histórico que lidera el presidente Nestor Carlos Kirchner y la necesidad de organizarse y reconstruir la Patria con la que soñaron los compañeros de los años setenta.
Poco después de las 19 hs finalizó el acto pero los compañeros siguieron cantando y saltando y tocando los bombos varios minutos mas, porque así lo vivieron: como una verdadera fiesta popular.
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