15 de julio de 2015

Gumersinda Giménez: "hay que salir a través de la militancia, la lucha y las organizaciones sociales"

El pasado jueves 2 de julio, en el marco de la Campaña Contra la Violencia Institucional y al cumplirse 8 años del asesinato de Judith Alice Giménez, la compañera Gumersinda Giménez y el diputado nacional por el FPV Leonardo Grosso protagonizaron una recorrida por las calles de la Villa 31 para el noticiero del canal comunitario del barrio “Urbana Te Vé”. El mismo fue creado en marzo del 2010 en el contexto abierto por el debate de la Ley de Medios de la Democracia y es dirigido por Juan Cruz Guevara y Milcíades Peña.

El 24 de Junio de 2007 Judith Alice Giménez, hija de Gumersinda, fue asesinada de un tiro en la nuca propinado por el ex Cabo Gendarme Federico Ramón Sandoval. El 22 de septiembre del 2008 el Tribunal Oral en lo Criminal N° 11, en una insólita sentencia, decidió condenar a Sandoval a la pena mínima de 8 años y 8 meses de prisión. Cabe destacar que se trata del mismo Tribunal que en el año 2013 había absuelto al ex agente del grupo GEOF Rodrigo Pablo Valente, que asesinó de un disparo en el abdomen a Alan Tapia de Barrio Mitre, mientras dormía en su casa. 

Respecto del asesino de su hija, Gumersinda habló sobre la frustración que le produce el accionar de la justicia y cómo se refleja la desigualdad habitacional en las cárceles de acuerdo a la procedencia del condenado. “Con la noticia del juicio oral al asesino de mi hija al principio me puse contenta porque se había dado pronto y tenía la esperanza de que sea una condena justa. Aunque después te terminas resignando y pensás que por más condena que le den a quien le quita la vida a tu hijo, nada es suficiente para una madre, porque a nuestros seres queridos no los vamos a ver más. Sin embargo los asesinos de las fuerzas de seguridad tienen privilegios que adentro de los penales no tienen los pibes de nuestros territorios que están en piecitas de dos por dos. Ellos tienen computadora, teléfonos celulares y habitaciones propias”

Durante estos ocho años de lucha Gumersinda manifestó su preocupación por los pibes de los barrios: “los familiares estamos sufriendo la Violencia Institucional a lo largo y a lo ancho de todo el país pero principalmente sucede en los barrios humildes, como los asentamientos y las villas. Nuestros chicos son víctimas por portación de rostro, por la ropa, por la gorra, que no es la de los ratis, sino la visera que identifica con orgullo cómo somos los villeros”.


En esa misma línea el Diputado Leo Grosso expresó que “hay una discusión que se da en nuestra sociedad donde a partir del problema de la inseguridad muchas veces se agita el fantasma de la mano dura y el aumento de la pena como salida o supuesta solución a estos problemas. Nosotros creemos que cada vez que se construye esta perspectiva en la Argentina el único resultado son más pibes pobres muertos y más pibes pobres presos en manos de las fuerzas de seguridad, y ninguna variable en los marcos de la frecuencia delictiva”.

El referente nacional de la JP Evita es uno de los artífices de la Campaña Contra la Violencia Institucional. Mientras transitaban abrazados junto con Gumersinda los pasillos de La 31, analizó la disputa que existe entre los distintos modelos de seguridad en pugna. “La Violencia Institucional responde a un modelo de seguridad pensado y ejecutado en términos políticos por los grandes intereses económicos y concentrados de cada país, donde la seguridad se plantea sobre los sectores excluidos. Por eso decimos que hay una disputa concreta y un modelo de país en discusión cuando pensamos la seguridad. Nos quieren imponer un modelo donde los pobres están afuera y necesitas muchos policías para reprimir a esos pobres. En cambio, la Seguridad Democrática y Popular es otro modelo, porque nosotros lo que planteamos es que hay que prevenir y no curar. Como decía Roberto Pettinato “las mejores cárceles son las que están vacías”. El Estado debe evitar que las personas tengan conductas que los lleven a estar prisioneros. Poner más cámaras y más patrulleros genera más gasto presupuestario y una sensación de control que no evita nada, sino que está con eso para lo posterior. La cámara es el paradigma de lo inservible, porque ve lo que pasa pero no puede evitar que pase”.

En el transcurso de la caminata, muchos vecinos y muchas vecinas abrazaban a Gumersinda y le trasmitían fuerza de forma tal, que se podía percibir como el barrio entero se apropió de la lucha por Judith. “Yo a partir de esta lucha convertí el dolor en militancia, por mi barrio y por los pibes del territorio. Las madres a partir de esto nos organizamos y si se muere un pibe sea quien sea, buscamos la forma de llegar a la familia y ahí estamos. No esperamos que nos llame nadie. Eso es lo que nosotras sentimos. Sobre todo a la par de quien lleva adelante nuestra bandera contra la Violencia Institucional, el Diputado Leo Grosso. Es un compañero que se puso los pantalones y sabe lo que es pisar el barro y vivir en un barrio humilde. Encontrar un Leo Grosso es lo máximo que nos pasó, porque no es fácil encontrar a un diputado nacional que ponga lo que él pone para que se acabe la violencia sobre nuestros pibes”


El recorrido finalizó en la plazoleta ubicada frente al edificio Centinela en la esquina de la Avenida Antártida Argentina y Gendarmería Nacional, donde se encuentra desde el 2010 una placa en homenaje a Judith. Desde allí Gumersinda lanzó un mensaje de concientización, respecto de los prejuicios que muchas veces se generan en torno a los casos donde son víctimas los pibes y las pibas de los barrios humildes de nuestra patria. “Como mamá de Judith lo que le pido a la sociedad de los territorios bajos, es que cuando pase un hecho de Violencia Institucional, no duden en acercarse y preguntar en los lugares, a donde gracias a esta Gobierno Nacional y Popular, tenemos la posibilidad de recurrir ante casos de emergencia. Como mamá que ha perdido una hija, le pido a la sociedad que no diga la frase “algo habrá hecho”. Antes de vivir esta tragedia yo también decía esas palabras y uno no lo tiene que pensar ni medio segundo. Al contrario, hay que salir y buscar ayuda a través de la militancia, la lucha y las organizaciones sociales”.

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