Con la consigna de la vuelta de la cultura popular a las calles y a pesar de la noche fría en el barrio de Montserrat, gran cantidad de gente se acercó a la plaza del barrio para presenciar el MontseRock. Una plaza que parece haber sido construida con la intención de que allí se realicen eventos de esta índole, banderas por todos lados, gente, niños, el barrio en todo su esplendor le daban un marco impresionante a la primea edición de este evento festival barrial.
Mientras el aire se llenaba del humo de los choris y otros, comenzaba a sonar la primer banda, Trompas, banda debutante de rock and roll con toques de punk.
Le siguieron los Jacobinos de Lanús que con su propuesta dejaron boquiabiertos a unos cuantos.
Llegó el turno de Grito, banda oriunda de Urquiza y de un rock extraño y oscuro, temas largos, de mayo contenido instrumental, una banda con mucho futuro.
La última banda que subía al escenario antes de La Chilinga, No Somos Nadie, oriundos de Monte Grande, dio la fiesta del rock and roll barrial, con su hinchada, papelitos, banderas, hizo vibrar a la gente con covers de callejeros, Pappo y temas propios.
Antes de La Chilinga, los responsables de nuestro local, Juan y Clara, explicaron la consigna del festival y dieron al público unas breves pero importantes palabras, convocando a la gente a acercarse a participar de nuestros talleres gratuitos y demás.
Por fin y luego de una larga espera vino el plato fuerte de la noche. La Chilinga, desde Martín Coronado, trajo la fiesta de los tambores. Las banderas de la JP Evita flameaban por todo el escenario y el pogo mientras todos bailaban de alegría.
En definitiva, las calles fueron nuestras, del público y de las bandas aunque sea por una noche y fue una fiesta nacional y popular, con más de 200 personas, 4 bandas y un cierre de percusión espectacular.
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