El próximo 24 de junio se enfrentan dos proyectos antagónicos, dos modelos para gobernar la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por los siguientes cuatro años. Por un lado, el Proyecto Nacional que lidera el presidente Néstor Kirchner, el de liberación, el de defensa del Pueblo Argentino. Por el otro lado, el proyecto del pasado, el de la entrega, el del saqueo. De este lado, el Frente Para la Victoria. Del otro, el PRO. De este lado, el compañero Daniel Filmus. Del otro, el cipayo Mauricio (que es Macri). Así entonces llegamos a dirimir, a través del voto, el futuro de la Ciudad.
Las elecciones del pasado domingo 3 de junio Mauricio (que es Macri) logró superar el 45% de los votos. Pero no sencillamente “porque la Ciudad sea de derecha”, sino por varios factores. En primer lugar, el candidato de PRO nunca ocupó un lugar de gestión, lo cual le ayuda, ya que no ha sufrido desgaste alguno en esa materia. En segundo lugar, porque los medios de comunicación son sus aliados. En tercer lugar, logró tan solo 60.000 votos -reales- más que la última elección, lo cual no implica un alto crecimiento en adeptos. Y por último, porque nuestro candidato, Daniel Filmus, se vio en la necesidad de dejar al descubierto a ese progresismo gorila que encarnó Jorge Telerman y sus alianzas con Carrió, el Socialismo antikirchnerista y hasta la resucitada UCEDÉ. En ese debate sustancial, Mauricio (que es Macri) se abstuvo de dar discusión sobre sus verdaderas ideas, esgrimiendo su sonrisa de niño bueno.
Pero detrás del cordero se esconde el lobo feroz: Macri fue presidente de SEVEL cuando se descubrió que evadía impuestos; fue vicepresidente de la empresa dueña de Correo Argentino meses antes de que éste quebrara y se descubriera su deuda millonaria con el Estado. También fue a él que se le ocurrió el impuesto docente (la famosa oblea docente): se encargaba de su distribución y se quedaba con el 10% de todo lo recaudado. Éstos, entre tantos otros negociados con el gobierno de Carlos Menem y Carlos Grosso en la Capital Federal. ¿Quién puede creer que ahora este ladrón de guante blanco quiera transformar la realidad de los porteños cuando él fue uno de los principales autores, desde sus grupos económicos, del vaciamiento de la Patria ?
Por eso la opción, para no regresar al pasado, es el compañero Daniel Filmus quien desde el Ministerio de Educación viene trabajando fuertemente para transformar la realidad de los argentinos: por eso la nueva Ley Nacional de Educación, para allanar el terreno, para llevar adelante una transformación real. Sabemos que no es fácil, sabemos que hasta los medios masivos de comunicación en estos días se regodean haciendo lobby -unas veces sutil, otras descaradamente- por el candidato de PRO. Pero así y todo el Pueblo de la ciudad no se dejará engañar y podrá meditar cuál es la opción. El compañero Presidente día a día nos recuerda dónde están los enemigos del Pueblo, los vendepatria, los traidores. En las sombras todos se abroquelan detrás de Macri: Duhalde, Blumberg, Lavagna. Detrás del hombre bobo que no puede expresar una idea sin libreto y dice no tener proyecto político, o peor, que su proyecto político es arreglar los baches, limpiar las veredas y velar por la seguridad de los vecinos, conspiran los enemigos.
Las elecciones del pasado domingo 3 de junio Mauricio (que es Macri) logró superar el 45% de los votos. Pero no sencillamente “porque la Ciudad sea de derecha”, sino por varios factores. En primer lugar, el candidato de PRO nunca ocupó un lugar de gestión, lo cual le ayuda, ya que no ha sufrido desgaste alguno en esa materia. En segundo lugar, porque los medios de comunicación son sus aliados. En tercer lugar, logró tan solo 60.000 votos -reales- más que la última elección, lo cual no implica un alto crecimiento en adeptos. Y por último, porque nuestro candidato, Daniel Filmus, se vio en la necesidad de dejar al descubierto a ese progresismo gorila que encarnó Jorge Telerman y sus alianzas con Carrió, el Socialismo antikirchnerista y hasta la resucitada UCEDÉ. En ese debate sustancial, Mauricio (que es Macri) se abstuvo de dar discusión sobre sus verdaderas ideas, esgrimiendo su sonrisa de niño bueno.
Pero detrás del cordero se esconde el lobo feroz: Macri fue presidente de SEVEL cuando se descubrió que evadía impuestos; fue vicepresidente de la empresa dueña de Correo Argentino meses antes de que éste quebrara y se descubriera su deuda millonaria con el Estado. También fue a él que se le ocurrió el impuesto docente (la famosa oblea docente): se encargaba de su distribución y se quedaba con el 10% de todo lo recaudado. Éstos, entre tantos otros negociados con el gobierno de Carlos Menem y Carlos Grosso en la Capital Federal. ¿Quién puede creer que ahora este ladrón de guante blanco quiera transformar la realidad de los porteños cuando él fue uno de los principales autores, desde sus grupos económicos, del vaciamiento de la Patria ?
Por eso la opción, para no regresar al pasado, es el compañero Daniel Filmus quien desde el Ministerio de Educación viene trabajando fuertemente para transformar la realidad de los argentinos: por eso la nueva Ley Nacional de Educación, para allanar el terreno, para llevar adelante una transformación real. Sabemos que no es fácil, sabemos que hasta los medios masivos de comunicación en estos días se regodean haciendo lobby -unas veces sutil, otras descaradamente- por el candidato de PRO. Pero así y todo el Pueblo de la ciudad no se dejará engañar y podrá meditar cuál es la opción. El compañero Presidente día a día nos recuerda dónde están los enemigos del Pueblo, los vendepatria, los traidores. En las sombras todos se abroquelan detrás de Macri: Duhalde, Blumberg, Lavagna. Detrás del hombre bobo que no puede expresar una idea sin libreto y dice no tener proyecto político, o peor, que su proyecto político es arreglar los baches, limpiar las veredas y velar por la seguridad de los vecinos, conspiran los enemigos.
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