6 de noviembre de 2010

Jóvenes con compromiso

Cinco representantes de agrupaciones juveniles analizaron el rol en la política a la luz de los últimos acontecimientos. El regreso de la militancia a los colegios y la universidad. Kirchner como factor aglutinador y también criticado.

Había indicios claros de que los jóvenes estaban haciendo política nuevamente luego de muchos años de mirar para el costado.

La crisis de 2001 los colocó en asambleas y en la calle, 2003 formando parte de agrupaciones y grupos militantes, en 2010 los estudiantes aparecieron con un articulado discurso defendiendo la escuela pública, más allá de pertenecer a diferentes sectores. Y la muerte del ex presidente Néstor Kirchner los hizo perfectamente visibles en los tres días que duró la ceremonia de despedida. Es raro como el ya no estar sobre la tierra de uno coloca a otros pisando bien sobre ella y con sueños. Diario Z convocó a cinco dirigentes estudiantiles para analizar lo sucedido.

Participaron Alejandro Lipcovich, del Partido Obrero, Francisco Quintana del PRO, Leandro Iniesta de la JP Evita, Jair Zolotow de la Corriente Julio Mella y Anabella Lucardi de La Cámpora. Éstos son los tramos principales de la conversación.

¿Qué es lo que la sociedad no había visto?
Anabella: En principio, se vio que la juventud es un actor político. Nosotros lo creemos desde mucho antes, pero hoy los grandes medios monopólicos y la sociedad en general toma nota de eso. Se vio que existen los partidos políticos, las asociaciones sindicales y los movimientos sociales.
Estos jóvenes empiezan a participar a partir de 2003.
Jair: Se vio a una juventud que sale por motivos políticos a la calle, pero entendiendo que no es a partir del sepelio de Kirchner sino que en todo caso el funeral mostró una masividad que quizás hasta antes no se había expresado así. Pero yo recuerdo el 16 de septiembre de este mismo año, hubo 30 mil jóvenes en la Plaza de Mayo a partir del proceso que nosotros denominamos como Estudiantazo, donde la juventud salió a pelear por la educación pública. No es un proceso que empieza hoy. Entendemos que la disputa hoy está por ver dónde se va a organizar esa juventud y qué proyecto político quiere sustentar.
Alejandro: Desde mi perspectiva, el fenómeno del kirchnerismo no es el que explica la politización de la juventud, que yo estoy de acuerdo en que existe. Muy por el contrario, el kirchnerismo es expresión de lo que pasó después de 2001. Que un político de una provincia que apoyó las privatizaciones, que estaba con Menem, tenga que a partir de 2003 aparecer con otro discurso. De hecho, en las grandes concentraciones de la juventud el kirchnerismo no ha podido desarrollar un movimiento de masas.
Leandro: En 2001 estuve participando organizadamente, junto a la expresión previa al Movimiento Evita como movimiento piquetero, y en ese momento nosotros no teníamos ninguna esperanza de país.
La participación juvenil nuestra era totalmente destructiva, nuestra definición política era ir a romper todo. Kirchner nos devolvió la ilusión, como país y como juventud. Nos renovó la mística militante, que sólo Perón y Cámpora lo pudieron hacer en los setenta.
Francisco: Lo primero es analizar si la muerte de Kirchner genera algo en particular, y el primer dato es que ese análisis es prematuro. Lo que se puede hacer es analizar la foto, lo que pasó miércoles, jueves y viernes. Si eso va a deertar o no algo en nuestra generación, es anticipado sacar conclusiones.
Lo que generó la foto es volver a poner a la juventud en el centro de la escena. No puede realizarse una asociación directa y decir que esa foto es absolutamente representativa de nuestra generación.
Leandro: Hubo centenares de expresiones previas, desde el acto del Luna Park, el estadio de Ferro.
Anabella: Todo esto se hizo muy visible estos días pero también hubo expresiones previas durante mucho tiempo. Cuando empezábamos a militar militábamos en contra de absolutamente todo, resistíamos, tirábamos piedras, nos
oponíamos a leyes que consideraban la educación como un bien de mercado. A partir de 2003, el joven, con las políticas de empleo, con la AUH, con la inclusión educativa, con el incremento del presupuesto universitario, con la incorporación de nuevos jóvenes a las distintas universidades que se crearon, es sujeto porque el Estado le da derecho, le reconoce sus derechos constitucionales.
Alejandro: En primer lugar, señalar que es inevitable que el debate sea político, no se puede hablar de la juventud en abstracto. Me parece que en los últimos 15 días el país fue conmovido por dos hechos: el fallecimiento de Kirchner y el asesinato de Mariano Ferreyra, que también implicó un debate incluso destacando la cuestión de la militancia. El asesinato es una expresión del proceso político clave que vive la juventud, una juventud que sale a organizar no sólo su lugar de estudio, sino a pelear con los trabajadores.

¿Cómo observan a quienes no militan, están y son víctimas como en Cromañón o Beara?
Leandro: Que muchos chicos no estén politizados es consecuencia de 30 años salvajes de neoliberalismo.
En 2003 se quiebra definitivamente una movida que alejó a los pibes de la política. Si recordamos el peronismo en los setenta, todos militaban.
Alejandro: Lo que traés a colación de Cromañón es la demostración de que este régimen social no permite siquiera que la juventud pueda recrearse sin que corra peligro su vida. Esto pasa por una complicidad del Estado con los empresarios de los boliches, en la medida en que lo que prima es el lucro.
Francisco: Yo haría una disquisición entre hacer política y participar. Sí creemos que los jóvenes tienen que participar, desde el convencimiento de que hay muchas instancias intermedias. Asumimos la responsabilidad que nos toca en tratar de contagiar a nuestra generación.
Anabella: Nosotros creemos que hay muchas instancias de participación, culturales, deportivas. En la Ciudad, por ejemplo están faltando salas para que los músicos independientes se expresen, a partir de la falta de políticas culturales.
Jair: La política se expresa desde diferentes lugares. No es lo mismo militar en "Un techo para mi país" que militar en una organización que le demande al Estado que se haga cargo de la vivienda. Las asociaciones intermedias tienen también fines políticos, que quieran o no exponerlos es otra cosa.

¿Qué te llevó a militar en la juventud del PRO?
Francisco: Yo empecé a militar a fines de 2002, en algún punto identificado con la crisis de 2001, interesado en hacerlo en un nuevo espacio político, no me sentía atraído por ninguno de los dos partidos tradicionales.

Si Macri se convierte en el candidato del Peronismo Federal -con Duhalde, De Narváez, Romero-, ¿cómo sería militar en un espacio nuevo en ese marco?
Francisco: No todos estos referentes son lo mismo, no es lo mismo Duhalde que De Narváez, en términos de renovación. Nosotros, desde mi experiencia, estamos trabajando para consolidar un espacio de juventud del PRO en todo el país. Sí somos un partido con vocación frentista. Tenemos
una pata de militancia universitaria. También tenemos una militancia territorial muy fuerte, tenemos un secretario de juventud en cada una de las 15 comucomunas
con grupos de militantes con bastante presencia en los barrios. Hasta ahora no hemos apelado a la movilización como mecanismo.

¿El temperamento de Kirchner despierta pasiones?
Leandro: Seguramente. En parte, son momentos históricos que uno dimensiona a lo largo de los años. Esto que sucedió fue un hito más de la Argentina, como lo fue el 17 de octubre.
Anabella: Esta claro que un gobierno como el de Kirchner no tenía grises. Un gobierno como el de De la Rúa no despertó ningún sentimiento popular porque no ayudó a los pobres, lo mismo Menem. Jair: Juzgar un hecho político a partir de la personalidad para nosotros tiende a una despolitización. Algunas de las medidas políticas del gobierno, como la Ley de Medios o la Asignación Universal por Hijo las apoyamos a pesar de no compartir el proyecto.
Alejandro: Yo considero que no. El kirchnerismo tuvo que operar sobre las condiciones de un momento histórico que el país tenía, posterior a una crisis brutal que llevó a una rebelión popular en 2001. No es que la participación popular se genera sobre la iniciativa del kirchnerismo, sino que el kirchnerismo opera sobre eso.
Leandro: El general dice "la única verdad es la realidad", y todos los chicos que están acá militando militan desde que asumió Kirchner. Desde 2003 se hace aluvión de juventud organizada.
Anabella: El menemismo no hablaba de política. Néstor y Cristina dicen a todos "hablemos de política, discutamos política". Lo que no se va a seguir permitiendo es tomar al joven como un sujeto banal o criminal. Se criminaliza al joven de sectores populares y se banaliza al joven de clase media o media alta. Tenemos al pibe chorro y al pibe frívolo. Esto les va a costar mucho hacer a los medios, criminalizar o banalizar a los jóvenes por ser jóvenes.

PRODUCCIÓN: RAISA GIUSSI Y KARIN MILLER.
Fuente: Diario Z de la Ciudad de Buenos Aires, viernes 5 de noviembre de 2010

0 compañeros opinaron: